Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Éxodo 4:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

1 Moisés volvió a preguntar: ―¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: “El Señor no se te ha aparecido”?

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Sin embargo, Moisés protestó de nuevo: —¿Qué hago si no me creen o no me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: “El Señor nunca se te apareció”?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Moisés respondió a Yavé: 'No me van a creer, ni querrán escucharme, sino que dirán: ¡Cómo que se te ha aparecido Yavé!'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Pero Moisés respondió, y dijo: ¿Y qué si no me creen, ni atienden mi voz, sino que dicen: YHVH no se te ha aparecido?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Respondió Moisés: 'Pero ellos no me creerán y no escucharán mi palabra, pues dirán: 'No se te ha aparecido Yahveh''.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Entonces Moisés respondió y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.

Ver Capítulo Copiar




Éxodo 4:1
14 Referencias Cruzadas  

Aquel mismo día, el hombre de Dios ofreció una señal: «Esta es la señal que el Señor os da: ¡El altar será derribado, y las cenizas se esparcirán!»


―¿Y quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros? —respondió aquel—. ¿Acaso piensas matarme a mí, como mataste al egipcio? Esto le causó temor a Moisés, pues pensó: «¡Ya se supo lo que hice!»


Además, Dios le dijo a Moisés: ―Diles esto a los israelitas: “El Señor y Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todas las generaciones”.


Y tú, anda y reúne a los ancianos de Israel, y diles: “El Señor y Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: ‘Yo he estado pendiente de vosotros. He visto cómo os han maltratado en Egipto.


Los ancianos de Israel te harán caso. Entonces ellos y tú os presentaréis ante el rey de Egipto y le diréis: “El Señor y Dios de los hebreos ha venido a nuestro encuentro. Déjanos hacer un viaje de tres días al desierto, para ofrecerle sacrificios al Señor nuestro Dios”.


―Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este tu siervo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.


y Aarón, además de repetirles todo lo que el Señor le había dicho a Moisés, realizó también las señales a la vista del pueblo,


con lo que el pueblo creyó. Y, al oír que el Señor había estado pendiente de ellos y había visto su aflicción, los israelitas se inclinaron y adoraron al Señor.


Pero Moisés se enfrentó al Señor y le dijo: ―¿Y cómo va a hacerme caso el faraón, si ni siquiera los israelitas me creen? Además, no tengo facilidad de palabra.


Pero Moisés respondió al Señor y le dijo: ―¿Y cómo va a hacerme caso el faraón, si yo no tengo facilidad de palabra?


Yo le respondí: «¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!»


El Espíritu me levantó y se apoderó de mí, y me fui amargado y enardecido, mientras la mano del Señor me sujetaba con fuerza.


Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así.


―Si me he ganado tu favor, dame una señal de que en realidad eres tú quien habla conmigo —respondió Gedeón—.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos