Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Éxodo 20:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

3 »No tengas otros dioses fuera de mí.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »No tengas ningún otro dios aparte de mí.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 No tendrás otros dioses fuera de mí.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 No tendrás otros dioses delante de mí.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 No tendrás otros dioses delante de mí.

Ver Capítulo Copiar




Éxodo 20:3
37 Referencias Cruzadas  

En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón de modo que él siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al Señor su Dios como lo había sido su padre David.


Tributad al Señor la gloria que merece su nombre; postraos ante el Señor en su santuario majestuoso.


¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.


Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto. Abre bien la boca, y te la llenaré.


No tendrás ningún dios extranjero, ni te inclinarás ante ningún dios extraño.


¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.


No me ofendáis; no os hagáis dioses de plata o de oro, ni los adoréis.


»Todo el que tenga relaciones sexuales con un animal será condenado a muerte.


»No te inclines ante los dioses de esos pueblos. No les rindas culto ni imites sus prácticas. Más bien, derriba sus ídolos y haz pedazos sus piedras sagradas.


Demasiado pronto se han apartado del camino que les ordené seguir, pues no solo han fundido oro y se han hecho un ídolo en forma de becerro, sino que se han inclinado ante él, le han ofrecido sacrificios y han declarado: “Israel, ¡aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto!”


No adores a otros dioses, porque el Señor es muy celoso. Su nombre es Dios celoso.


Confiad en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna.


»Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos.


«Vosotros sois mis testigos —afirma el Señor—, sois mis siervos escogidos, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que Yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios, ni habrá ninguno después de mí.


No tembléis ni os asustéis. ¿Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna”».


Recordad las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí.


No vayáis tras otros dioses para servirles y adorarlos; no me irritéis con la obra de vuestras manos, y no os haré ningún mal”.


Además, no he dejado de enviaros a mis siervos, los profetas, para deciros: ‘Convertíos ya de vuestro mal camino, enmendad vuestras acciones y no sigáis a otros dioses para servirlos; entonces habitaréis en la tierra que yo os he dado a vosotros y a vuestros antepasados’. Pero no me habéis prestado atención; no me habéis hecho caso.


Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, quemáis incienso a Baal, seguís a otros dioses que jamás conocisteis,


Pero, aun si nuestro Dios no lo hace así, has de saber que no honraremos a tus dioses ni adoraremos tu estatua.


«Pero yo soy el Señor tu Dios desde que estabas en Egipto. No conocerás otro Dios fuera de mí, ni otro Salvador que no sea yo.


―¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.


De modo que, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios.


para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.


Porque podéis estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir, idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios.


»No tengas otros dioses además de mí.


No sigas a esos dioses de los pueblos que te rodean,


Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.


Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Solo piensan en lo terrenal.


No dejéis que os prive de esta realidad ninguno de esos que se ufanan en fingir humildad y adoración de ángeles. Los tales hacen alarde de lo que no han visto; y, envanecidos por su razonamiento humano,


Me postré a sus pies para adorarle. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía».


Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú, como tus hermanos los profetas y como todos los que cumplen las palabras de este libro. ¡Adora solo a Dios!»


Os dije: “Yo soy el Señor vuestro Dios; no adoréis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra vivís”. Pero vosotros no me obedecisteis».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos