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2 Samuel 12:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

5 Tan grande fue el enojo de David contra aquel hombre, que le respondió a Natán: ―¡Tan cierto como que el Señor vive, que quien hizo esto merece la muerte!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Entonces David se puso furioso. —¡Tan cierto como que el Señor vive —juró—, cualquier hombre que haga semejante cosa merece la muerte!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 David se enojó mucho con ese hombre y dijo a Natán: 'Por Yavé que vive, el hombre que hizo eso merece la muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Entonces el furor de David se encendió en gran manera contra aquel hombre y dijo a Natán: ¡Vive YHVH, que el hombre que hizo tal cosa es digno de muerte!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Se encendió sobremanera la cólera de David contra aquel hombre, y dijo a Natán: '¡Por vida de Yahveh, que el que tal hizo es reo de muerte!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.

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2 Samuel 12:5
10 Referencias Cruzadas  

Como tres meses después, le informaron a Judá lo siguiente: ―Tu nuera Tamar se ha prostituido, y como resultado de sus andanzas ha quedado embarazada. ―¡Sacadla y quemadla! —exclamó Judá.


Pero sucedió que un viajero llegó de visita a casa del hombre rico y, como este no quería matar ninguna de sus propias ovejas o vacas para darle de comer al huésped, le quitó al hombre pobre su única ovejita.


―Regresa a tu casa, que yo me encargaré de este asunto —respondió el rey.


Pero Jesús se volvió a ellos y los reprendió.


Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.


¡El Señor y Salvador de Israel me es testigo de que, aunque el culpable sea mi hijo Jonatán, morirá sin remedio! Nadie se atrevió a decirle nada.


Mientras el hijo de Isaí viva en esta tierra, ¡ni tú ni tu reino estaréis seguros! Así que manda a buscarlo, y tráemelo, pues está condenado a morir.


¡Lo que has hecho no tiene nombre! Tan cierto como que el Señor vive, que vosotros merecéis la muerte por no haber protegido a vuestro rey, el ungido del Señor. A ver, ¿dónde están la lanza del rey y el jarro de agua que estaban a su cabecera?


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