Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





2 Corintios 7:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

8 Si bien os entristecí con mi carta, no me pesa. Es verdad que antes me pesó, porque me di cuenta de que por un tiempo mi carta os había entristecido.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No lamento haberles enviado esa carta tan severa, aunque al principio sí me lamenté porque sé que les causó dolor durante un tiempo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si les causé tristeza con mi carta, no lo siento. Y si antes lo pude sentir, pues esa carta por un momento les causó pesar,

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Porque aunque os contristé con la epístola,° no me pesa (aunque lo lamenté); porque veo que a pesar de que aquella epístola os entristeció por algún tiempo,°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Porque, aun cuando os entristecí con la carta, no me pesa; y aun cuando me pesaba -veo que aquella carta os entristeció, aunque fuera momentáneamente-,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Porque aunque os contristé con la carta, no me arrepiento, bien que me arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por un poco de tiempo, os contristó.

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 7:8
15 Referencias Cruzadas  

Nos hace sufrir, pero también nos compadece, porque es muy grande su amor.


Al contrario, como os he dicho estas cosas, os habéis entristecido mucho.


Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. ―Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.


Fijaos lo que ha producido en vosotros esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo habéis demostrado vuestra inocencia en este asunto.


Así que, a pesar de que os escribí, no fue por causa del ofensor ni del ofendido, sino más bien para que delante de Dios os dierais cuenta por vosotros mismos de cuánto interés tenéis en nosotros.


Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito,


y no solo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de vosotros. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que vosotros tenéis por mí, lo cual me llenó de alegría.


Sin embargo, ahora me alegro, no porque os hayáis entristecido, sino porque vuestra tristeza os llevó al arrepentimiento. Vosotros os entristecisteis tal como Dios lo quiere, de modo que nosotros de ninguna manera os hemos perjudicado.


Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos