Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Samuel 9:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

7 ―Pero, si vamos, ¿qué le podemos llevar? —preguntó Saúl—. En las alforjas no nos queda nada de comer, ni tenemos ningún regalo que ofrecerle al hombre de Dios. ¡Qué tenemos!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Respondió Saúl a su criado: Vamos ahora; pero ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios. ¿Qué tenemos?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 —Pero no tenemos nada que ofrecerle —respondió Saúl—. Hasta nuestra comida se acabó y no tenemos nada para darle.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Saúl dijo al muchacho: 'Si vamos a verlo, ¿qué podremos ofrecer a ese hombre? Ya no tenemos pan en nuestros bolsos y no tenemos ningún regalo que ofrecer al hombre de Dios. ¿Qué podemos obsequiarle?'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Saúl respondió a su criado: Pero si vamos, ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado. No tenemos presente que llevar al varón de Dios. ¿Qué tenemos?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Respondió Saúl a su criado: 'Bien. Iremos, pero ¿qué le llevaremos a ese hombre? Porque se han agotado ya las provisiones de nuestras alforjas, y no tenemos ningún regalo que podamos ofrecer al hombre de Dios. ¿Qué nos queda?'.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 9:7
10 Referencias Cruzadas  

Luego el rey le dijo al hombre de Dios: ―Ven a casa conmigo, y come algo; además, quiero hacerte un regalo.


Llévate diez panes, algunas tortas y un jarro de miel. Cuando llegues, él te dirá lo que va a pasar con nuestro hijo».


De Baal Salisá llegó alguien que le llevaba al hombre de Dios pan de los primeros frutos: veinte panes de cebada y espigas de trigo fresco. Eliseo le dijo a su criado: ―Dale de comer a la gente.


Luego Naamán volvió con todos sus acompañantes y, presentándose ante el hombre de Dios, le dijo: ―Ahora reconozco que no hay Dios en todo el mundo, sino solo en Israel. Te ruego que aceptes un regalo de tu siervo.


El rey de Siria le respondió: ―Bien, puedes ir; yo le mandaré una carta al rey de Israel. Y así Naamán se fue, llevando treinta mil monedas de plata, seis mil monedas de oro y diez mudas de ropa.


le ordenó a Jazael: «Llévale un regalo al hombre de Dios. Cuando lo veas, consulta al Señor por medio de él para saber si me voy a recuperar de esta enfermedad».


Jazael fue a ver a Eliseo, y como regalo le llevó un presente de las mejores mercancías de Damasco, cargadas en cuarenta camellos. Cuando llegó, se presentó ante él y le dijo: ―Ben Adad, rey de Siria, tu servidor, me ha enviado para preguntarte si él se va a recuperar de su enfermedad.


Vosotras me habéis profanado delante de mi pueblo por un puñado de cebada y unas migajas de pan. Por las mentiras que decís, y que mi pueblo cree, se mata a los que no deberían morir y se deja con vida a los que no merecen vivir.


Te ruego que no te vayas hasta que yo vuelva y traiga mi ofrenda y la ponga ante ti. ―Esperaré hasta que vuelvas —le dijo el Señor.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos