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1 Samuel 18:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

5 Cualquier encargo que David recibía de Saúl, lo cumplía con éxito, de modo que Saúl lo puso al mando de todo su ejército, con la aprobación de los soldados de Saúl y hasta de sus oficiales.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y lo puso Saúl sobre gente de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de Saúl.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Todo lo que Saúl le pedía a David que hiciera, él lo hacía con éxito. Como resultado, Saúl lo hizo comandante sobre los hombres de guerra, un nombramiento que fue bien recibido tanto por el pueblo como por los oficiales de Saúl.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 En todas las expediciones a donde lo enviaba Saúl, David tenía pleno éxito y Saúl lo puso a la cabeza de todos sus hombres de guerra. Era querido por todo el pueblo y también por los servidores del rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y adondequiera lo enviaba Saúl, David salía y se manejaba con prudencia, de modo que Saúl lo puso al mando de los hombres de guerra, y fue acepto ante los ojos de todo el pueblo, e igualmente ante los ojos de los siervos de Saúl.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Salía David a combatir adondequiera que Saúl lo enviara, y siempre tenía éxito. Por ello lo puso Saúl al mando de sus guerreros. David se ganó la simpatía de todo el pueblo, incluidos los servidores de Saúl.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y salía David adondequiera que Saúl le enviaba, y se conducía con prudencia, por tanto Saúl lo puso al mando de los hombres de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los criados de Saúl.

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1 Samuel 18:5
20 Referencias Cruzadas  

Como el Señor estaba con José y hacía prosperar todo lo que él hacía, el guardia de la cárcel no se preocupaba de nada de lo que dejaba en sus manos.


y se fortaleció más y más, porque el Señor Dios Todopoderoso estaba con él.


Ya desde antes, cuando Saúl era nuestro rey, tú dirigías a Israel en sus campañas. El Señor te dijo: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel y lo gobernarás”».


El Señor estuvo con Josafat porque siguió el ejemplo inicial de su padre, pues no buscó a los baales,


Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!


Quiero triunfar en el camino de perfección: ¿cuándo me visitarás? Quiero conducirme en mi propia casa con integridad de corazón.


Os envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sed astutos como serpientes y sencillos como palomas.


y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría para ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, que lo nombró gobernador del país y del palacio real.


Por tanto, no seáis insensatos, sino entended cuál es la voluntad del Señor.


Comportaos sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno.


El Señor estaba con los hombres de Judá. Estos tomaron posesión de la región montañosa, pero no pudieron expulsar a los que vivían en las llanuras, porque esa gente contaba con carros de hierro.


De entre los israelitas, Saúl escogió tres mil soldados; dos mil estaban con él en Micmás y en los montes de Betel, y mil estaban con Jonatán en Guibeá de Benjamín. Al resto del ejército Saúl lo mandó a sus hogares.


Durante todo el reinado de Saúl se luchó sin cuartel contra los filisteos. Por eso, siempre que Saúl veía a alguien fuerte y valiente, lo alistaba en su ejército.


Pero todos en Israel y Judá sentían gran aprecio por David, porque él los dirigía en campaña.


Además, cada vez que los jefes filisteos salían a campaña, David los enfrentaba con más éxito que los otros oficiales de Saúl. Por eso llegó a ser muy famoso.


Se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David; también le dio su túnica, y aun su espada, su arco y su cinturón.


Ahora bien, cuando el ejército regresó, después de haber matado David al filisteo, de todos los pueblos de Israel salían mujeres a recibir al rey Saúl. Al son de liras y panderetas, cantaban y bailaban,


Mientras Samuel crecía, el Señor estuvo con él y cumplió todo lo que le había dicho.


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