El Espíritu del Señor se apartó de Saúl, y en su lugar el Señor le envió un espíritu maligno para que lo atormentara.
El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.
Ahora bien, el Espíritu del Señor se había apartado de Saúl, y el Señor envió un espíritu atormentador.
El espíritu de Yavé se retiró de Saúl y un mal espíritu que provenía de Yavé le producía terror.
Y el Espíritu de YHVH se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de YHVH lo aterrorizaba.
El espíritu de Yahveh se había apartado de Saúl y un espíritu malo enviado por Yahveh lo atormentaba.