Salmos 68:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Padre de los huérfanos, defensor de las viudas, este es Dios y su morada es santa.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Padre del huérfano, defensor de las viudas, ese es Dios en su santa morada.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Padre de huérfanos y protector de viudas, Es ’Elohim en la morada de su Santuario.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Alabad al Señor y cantad salmos a su nombre, abrid camino al que cabalga en las estepas: Yahveh es su nombre; regocijaos ante él.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁵ Padre de huérfanos y defensor de viudas, es Dios en su santa morada:

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁵ 5 (6) Dios, que vive en su santo templo, cuida a los huérfanos y defiende a las viudas;

Salmos 68:5 Referencias Cruzadas

2 Crónicas 30:27

Luego los sacerdotes y los levitas se pusieron de pie y bendijeron al pueblo, y Dios escuchó su oración desde su santa morada en el cielo.

2 Crónicas 6:2

Ahora te he construido un templo glorioso, ¡un lugar donde podrás habitar para siempre!».

Salmos 10:14

Pero tú ves los problemas y el dolor que causan; lo tomas en cuenta y los castigas. Los indefensos depositan su confianza en ti; tú defiendes a los huérfanos.

Salmos 10:18

Harás justicia a los huérfanos y a los oprimidos, para que ya no los aterre un simple mortal.

Salmos 118:19

Ábranme las puertas por donde entran los justos, y entraré y daré gracias al Señor.

Salmos 146:9

El Señor protege a los extranjeros que viven entre nosotros. Cuida de los huérfanos y las viudas, pero frustra los planes de los perversos.

Salmos 150:6

¡Que todo lo que respira cante alabanzas al Señor! ¡Alabado sea el Señor!

Salmos 33:14

Desde su trono observa a todos los que viven en la tierra.

Salmos 72:2

Ayúdale a juzgar correctamente a tu pueblo; que los pobres siempre reciban un trato imparcial.

Salmos 72:4

Ayúdalo a defender al pobre, a rescatar a los hijos de los necesitados y a aplastar a sus opresores.

Éxodo 3:15

Dios también le dijo a Moisés: —Así dirás al pueblo de Israel: “Yahveh, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre eterno, el nombre que deben recordar por todas las generaciones”.

Isaías 1:23

Tus líderes son rebeldes, compañeros de ladrones. A todos ellos les encantan los sobornos y exigen que se los den, pero se niegan a defender la causa de los huérfanos y a luchar por los derechos de las viudas.

Isaías 12:4

En ese día maravilloso cantarán: «¡Den gracias al Señor! ¡Alaben su nombre! Cuenten a las naciones lo que él ha hecho; háganles saber lo poderoso que él es.

Isaías 57:15

El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido.

Isaías 66:1

Esto dice el Señor: «El cielo es mi trono y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Podrían acaso construirme un templo tan bueno como ese? ¿Podrían construirme un lugar de descanso así?

Jeremías 49:11

Pero protegeré a los huérfanos que queden entre ustedes. También sus viudas pueden contar con mi ayuda».

Jeremías 5:28

Están gordos y con aspecto saludable, y sus obras de maldad no tienen límite. Rehúsan dar justicia al huérfano y le niegan los derechos al pobre.

Oseas 14:3

Asiria no puede salvarnos, ni nuestros caballos de guerra. Nunca más diremos a ídolos que hemos hecho: “Ustedes son nuestros dioses”. No, solamente en ti los huérfanos encuentran misericordia».

Efesios 5:1

Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos.

Deuteronomio 10:18

Se asegura que los huérfanos y las viudas reciban justicia. Les demuestra amor a los extranjeros que viven en medio de ti y les da ropa y alimentos.

Deuteronomio 26:15

Ahora, mira desde tu morada en el cielo y bendice a tu pueblo Israel y a esta tierra que juraste a nuestros antepasados que nos darías, una tierra donde fluyen la leche y la miel”.