Génesis 2:18 - Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ Después, el Señor Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él».

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Dijo Yavé Dios: 'No es bueno que el hombre esté solo. Le daré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude.'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Dijo YHVH ’Elohim: No es bueno que el hombre esté solo. Le haré ayuda semejante a él.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ Dijo Yahveh-Dios: 'No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda adecuada a él'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁸ Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹⁸ Luego Dios dijo: «No está bien que el hombre esté solo. Voy a hacerle alguien que lo acompañe y lo ayude».

Génesis 2:18 Referencias Cruzadas

Génesis 1:31

Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.

Génesis 2:20

Puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales salvajes; pero aún no había una ayuda ideal para él.

Génesis 3:12

El hombre contestó: —La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí.

Proverbios 18:22

El hombre que halla esposa encuentra un tesoro, y recibe el favor del Señor.

1 Corintios 7:36

No obstante, si un hombre piensa que está tratando a su prometida en forma impropia y que inevitablemente cederá a sus pasiones, que se case con ella como él desea. No es pecado.

1 Pedro 3:7

De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátenla como es debido, para que nada estorbe las oraciones de ustedes.

Rut 3:1

Un día Noemí le dijo a Rut: —Hija mía, es tiempo de que yo te encuentre un hogar permanente para que tengas un porvenir asegurado.