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Efesios 2:10 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

10 Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes. Cristo nos une a todos

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Lo que somos es obra de Dios: hemos sido creados en Cristo Jesús con miras a las buenas obras que Dios dispuso de antemano para que nos ocupáramos en ellas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 porque somos hechura suya, creados en Jesús el Mesías para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Porque de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para las obras buenas que Dios nos preparó de antemano como norma de conducta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

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Efesios 2:10
58 Referencias Cruzadas  

De la misma manera, su conducta debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así las verán los demás y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo. La ley y los profetas


Pero los que prefieren la verdad sí se acercan a la luz, pues quieren que los demás sepan que obedecen todos los mandamientos de Dios. Juan el Bautista y Jesús


Los miembros de la iglesia en las regiones de Judea, Galilea y Samaria, vivían sin miedo de ser maltratados. Seguían adorando al Señor y cada día confiaban más en él. Con la ayuda del Espíritu Santo, cada vez se unían más y más personas al grupo de seguidores del Señor. Pedro sana a Eneas


En el puerto de Jope vivía una seguidora de Jesús llamada Tabitá. Su nombre griego era Dorcas, que significa 'Gacela'. Tabitá siempre servía a los demás y ayudaba mucho a los pobres.


Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados.


Desde el principio, Dios ya sabía a quiénes iba a elegir, y ya había decidido que fueran semejantes a su Hijo, para que este sea el Hijo mayor.


Apolo y yo somos servidores de Dios. Ustedes son como un campo de trigo, y Dios es el dueño; son como un edificio construido por él.


Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.


Dios nos preparó para ese cambio, y como prueba de que así lo hará nos dio el Espíritu Santo.


Dios puede darles muchas cosas, a fin de que tengan todo lo necesario, y aun les sobre. Así podrán hacer algo en favor de otros.


En realidad, no importa si uno está o no circuncidado. Lo que sí importa es ser una persona distinta.


Queridos hermanos de Éfeso: A ustedes, que pertenecen al pueblo especial de Dios, que siguen creyendo en Jesucristo y viven muy unidos a él, les envío mis saludos. Yo, Pablo, soy apóstol de Jesucristo porque Dios así lo quiso.


Desde antes de crear el mundo, Dios nos eligió por medio de Cristo para que fuéramos sólo de él y viviéramos sin pecado. Dios nos amó tanto que


Pero ahora, ustedes que estaban lejos de Dios, ya han sido acercados a él, pues están unidos a Jesucristo por medio de su muerte en la cruz.


Cristo ha puesto fin a los mandatos y reglas de la ley, y por medio de sí mismo ha creado, con los dos grupos, un solo pueblo amigo.


Seguían el mal ejemplo de la gente de este mundo. Obedecían al poderoso espíritu en los aires que gobierna sobre los malos espíritus y domina a las personas que desobedecen a Dios.


Dios, al resucitar a Jesucristo, nos resucitó y nos dio un lugar en el cielo, junto a él.


Yo, que estoy preso por servir al Señor, les ruego que vivan como deben vivir quienes, como ustedes, han sido llamados a formar parte del pueblo de Dios.


Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva.


Porque es Dios quien los motiva a hacer el bien y les ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo quiere.


Así podrán vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con ustedes porque harán toda clase de cosas buenas y sabrán más cómo es Dios;


y ahora viven de manera diferente. En realidad, ustedes son personas nuevas, que cada vez se parecen más a Dios su creador, y cada vez lo conocen mejor.


que les den ánimo y fuerzas para que siempre digan y hagan lo bueno.


Al contrario, la gente debe admirarlas por las buenas cosas que hagan, como se espera de las mujeres que aman y respetan a Dios.


También debe ser conocida por sus buenas obras. Por ejemplo, tiene que haber criado bien a sus hijos e hijas, haber recibido bien a quienes visitaron su casa, haber sido humilde con los miembros de la iglesia, y haber ayudado a los que sufren. Es decir, en esa lista deben estar las que hayan hecho lo bueno.


Lo mismo pasa con las buenas acciones. Algunas se ven con facilidad, pero otras no. Con todo, ninguna de ellas quedará oculta.


Mándales que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas acciones. Recuérdales que deben dar y compartir lo que tienen.


Algo parecido pasa con nosotros: si dejamos de hacer lo malo y nos olvidamos de las falsas enseñanzas, seremos como esos objetos útiles y muy especiales. Toda nuestra vida le será útil a Dios, que es su dueño, y estaremos preparados para hacer toda clase de bien.


De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien.


Él quiso morir para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados. Al hacerlo, nos convirtió en su pueblo, en un pueblo decidido a hacer el bien.


Tú mismo tienes que ser un buen ejemplo en todo. Enséñales a hacer el bien y, cuando lo hagas, hazlo con seriedad y honestidad.


Recuérdales a los hermanos de la iglesia que deben obedecer a los gobernantes y a las autoridades del país. Que sean obedientes en todo y estén siempre dispuestos a hacer el bien.


Los nuestros deben aprender a hacer lo que es bueno, y ayudar a otros. Así vivirán como personas útiles. Despedida


Esto es verdad, y quiero que insistas en enseñarlo, para que los que confían en Dios se dediquen a hacer lo que es bueno. Estas cosas ayudan a todos y son buenas.


Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de amarnos y hacer lo bueno.


Pórtense bien cuando estén con gente que no cree en Dios. Así, aunque ahora hablen mal de ustedes, como si fueran unos malvados, esa gente verá el bien que ustedes hacen y alabarán a Dios el día en que él les pida cuentas a todos. El respeto a las autoridades


Pero si vivimos en la luz, así como Dios vive en la luz, nos mantendremos unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre de su Hijo Jesús.


El que dice que es amigo de Dios debe vivir como vivió Jesús. Un nuevo mandamiento


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