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Juan 8:32 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

32 y conoceréis la Verdad, y la Verdad os libertará.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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Juan 8:32
42 Referencias Cruzadas  

Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.


He Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.


Volveos a mi reprensión; he aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.


por cuanto aborrecieron el conocimiento, y no escogieron el temor del SEÑOR,


Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.


y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al Monte del SEÑOR, a la Casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.


Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; para que no echéis a la mano derecha, y para que no echéis a la mano izquierda.


Y habrá allí camino y calzada, y se llamará Camino de Santidad; no pasará por él hombre inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren.


Y todos tus hijos serán enseñados del SEÑOR; y multiplicará la paz de tus hijos.


El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;


Así dijo el SEÑOR: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.


Y conoceremos, y proseguiremos en conocer al SEÑOR, como el alba está aparejada su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.


Entonces saldrá libre de tu casa, él y sus hijos consigo, y volverá a su familia, y a la posesión de sus padres se restituirá.


Mas a vosotros los que teméis mi Nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.


Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.


Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.


Porque la ley por Moisés fue dada, mas la gracia y la verdad por Jesús, el Cristo, fue hecha.


Jesús le dice: YO SOY el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.


Pero cuando viniere aquel Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.


Santifícalos en tu verdad; tu palabra es la Verdad.


Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene a mí.


El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo.


Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.


Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna.


Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar (otra vez) en temor; mas habéis recibido el Espíritu de adopción (de hijos), por el cual clamamos, ¡Abba, Padre!


Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.


Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor; asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es del Cristo.


Estad, pues, firmes en la libertad en que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre.


Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión a la carne, sino servíos por la caridad los unos a los otros.


que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad.


Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.


Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.


como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.


El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a los cuales yo amo en verdad y no yo solo, sino también todos los que han conocido la verdad,


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