Hechos 16:24 - Biblia de nuestro Pueblo

²⁴ Recibido el encargo, los metió en el último calabozo y les sujetó los pies al cepo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁴ El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ Así que el carcelero los puso en el calabozo de más adentro y les sujetó los pies en el cepo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ Este, al recibir dicha orden, los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies con cadenas al piso del calabozo.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ Al recibir esta orden, él los echó en el calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ En cumplimiento de la orden, los metió en el calabozo interior y sujetó sus pies al cepo.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁴ El cual, habiendo recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro; y les apretó los pies en el cepo.

Hechos 16:24 Referencias Cruzadas

1 Reyes 22:27

Y les dirás: Por orden del rey, metan a éste en la cárcel y ténganlo a pan y agua hasta que yo vuelva victorioso.

2 Crónicas 16:10

Asá se indignó con el vidente, e irritado con él por sus palabras, lo metió en la cárcel. Por entonces se ensañó también con otras personas del pueblo.

Job 13:27

y me pones cadenas en mis pies, vigilas todos mis pasos y examinas mis huellas.

Job 33:11

me mete trampas a cada paso y vigila todos mis movimientos.

Salmos 105:18

Le trabaron los pies con grillos, metieron su cuello en la argolla;

Jeremías 29:26

El Señor te ha nombrado sucesor del sacerdote Yehoyadá como responsable del templo; si se presenta un exaltado y se pone a profetizar lo tienes que meter en el calabozo y atarlo con cadenas.

Jeremías 38:26

tú les responderás: Estaba presentando mi súplica al rey para que no me llevasen de nuevo a casa de Jonatán, a morir allí.

Jeremías 38:6

Ellos se apoderaron de Jeremías y lo arrojaron en el pozo de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el pozo no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.