El sacrificio de los impíos es abominación al Eterno, la oración de los rectos es su gozo.
'En aquel día no me preguntaréis nada. Os aseguro que todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, os lo dará.
Entonces clamaban al Eterno en su angustia. Y él los libraba de su aflicción.
Cambiaba la tempestad en sosiego, y apaciguaba las olas.*
Entonces se tranquilizaban, y se alegraban, y él los guiaba al puerto que deseaban.
Salmo de David. El Eterno te responda en el día de la tribulación, el Nombre del Dios de Jacob te defienda;*
Y cuando Job hubo orado por sus amigos, el Eterno quitó su aflicción. Después duplicó todo lo que había sido de Job.
'Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que maltratan y persiguen.
'Vuelve y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice el Eterno, el Dios de David tu padre: He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Yo te sano, y al tercer día subirás a la casa del Eterno.*
'En mi angustia invoqué al Eterno, clamé a mi Dios, y oyó mi voz desde su templo, mi clamor llegó a sus oídos.
El lo miró fijamente, y espantado, preguntó: 'Qué quieres, Señor?' El ángel le dijo: 'Tus oraciones y limosnas han subido como un memorial ante Dios.*
Suba mi oración ante ti como el incienso,* el alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde.
'Entonces invocarás, y el Señor te oirá. Clamarás, y él te dirá: 'Aquí estoy'. 'Si quitas de en medio de ti todo yugo, el dedo acusador, y el hablar malicioso.*
'Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho.
a medida que nos ayudéis con vuestras oraciones. Entonces muchos darán gracias por la merced que nos haya sido concedida, en respuesta a la oración de muchos.
Amo al Eterno, porque ha escuchado mi voz y mis súplicas,
porque ha inclinado a mí su oído, por eso lo invocaré mientras yo viva.
'Porque donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos'. Los dos deudores y el perdón
¿Está alguno afligido entre vosotros? Ore a Dios. ) ¿Está alguno alegre? ¡Cante alabanzas!
Salmo de David Oh Eterno, a ti he clamado, apresúrate a venir hacia mí. Escucha mi voz cuando te invoco.
'Ve, y di a Ezequías: El Eterno, Dios de David tu padre, dice así: He oído tu oración, he visto tus lágrimas, y añado a tus días quince años.
EI Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz, al confiar en él, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
'No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, él os lo dé.
Jesús les dijo: 'Por vuestra poca fe. Porque os aseguro que si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: Pásate de aquí para allá, y se pasaría. Y nada os será imposible.*
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra ante Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra. Por tanto, sean pocas tus palabras.
Y si sabemos que nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos lo que le hemos pedido.
'Así, lejos sea de mí que yo peque contra el Eterno cesando de rogar por vosotros. Antes os enseñaré el camino bueno y recto.
Así, por medio de Jesús, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza; a saber, fruto de labios que confiesen su Nombre.
'No temas, que yo estoy contigo. No desmayes, que Yo Soy tu Dios que te fortalezco. Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
'yo los llevaré a mi santo monte, y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos'.*
Porque no recibisteis el espíritu de esclavitud para recaer en el temor; sino que recibisteis el espíritu de hijos adoptivos, por el cual clamamos: '¡Padre! ¡Padre!'
Salmo de David ¡Oh Dios, tú eres mi Dios! De madrugada te busco. Mi alma tiene sed de ti, mi cuerpo te anhela, como tierra seca, agotada y sin agua.
A aquel que es poderoso para hacer infinitamente más que todo cuanto pedimos o entendemos, por el poder que opera en nosotros;
'Velad, pues, en todo tiempo, orando que podáis escapar de todas estas cosas que han de venir, y estar en pie ante el Hijo del Hombre'.
Con todo, de día el Eterno mandará su amor,* y de noche su canción estará conmigo, y mí oración al Dios de mi alma.
Por lo tanto, confesaos vuestras faltas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo, es poderosa.*
Acerquémonos, pues, con segura confianza al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
En mi angustia invoqué al Eterno, clamé a mi Dios. Y él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó ante él, a sus oídos.
'Y todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.*
'Si algo pedís en mi Nombre, yo lo haré. Guardad mis Mandamientos*
'Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones. Pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal'.*
'Velad y orad, para que no entréis en tentación. El espíritu a la verdad está pronto, pero la carne es débil'.
Por nada estéis afanosos, sino presentad vuestros pedidos a Dios en oración, ruego y acción de gracias.
Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye.*
Y si sabemos que nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos lo que le hemos pedido.
'y mi pueblo que lleva mi Nombre se humilla y ora, si busca mi rostro, y se convierte de sus malos caminos, entonces oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
'Cuando tú ores, entra en tu aposento, cierra tu puerta, y ora a tu Padre que está en secreto. Y tu padre que ve en secreto, te recompensará en público.
'Por tanto, os digo que todo lo que pidáis en oración, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Sin fe es imposible agradar a Dios, porque el que se acerca a Dios, necesita creer que existe, y que recompensa a quien lo busca.*
Después de haber orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron con valentía la Palabra de Dios.
y todo cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus Mandamientos, y hacemos lo que le agrada.*
Jabes invocó al Dios de Israel diciendo: '¡Oh si me bendijeras y ensancharas mi territorio, y si tu mano fuera conmigo, y me libraras del mal, que no me dañe!' Y Dios le otorgó lo que pidió.
Pero os ruego hermanos, por el Señor nuestro Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios.
Esperad en, él en todo tiempo, oh pueblos,* derramad ante él vuestro corazón. Dios es nuestro refugio.
'Con todo, atiende a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Eterno Dios mío; oye el clamor y la oración que tu siervo eleva hoy ante ti.
Si alguno necesita sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos generosamente, y sin reprochar. Y le será dada.*
'Además, os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra, todo lo que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.*
'Me invocará, y yo le responderé. Con él estaré en la angustia,* lo libraré y lo glorificaré.
Además, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos pedir lo que conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Ante todo, insto a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acción de gracias por todos los hombres;
Pero a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, donde tenía las ventanas de su cámara alta abiertas hacia Jerusalén. Y como solía hacerlo antes, tres veces se arrodillaba, y oraba y daba gracias a Dios.
Salmo de David Oh Eterno, escucha mi oración, atiende mis ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
Porque sé que por vuestra oración y por la ayuda del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación,
acerquémonos pues con corazón sincero, con plena certeza de fe, purificado el corazón de mala conciencia, y lavado el cuerpo con agua limpia.