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Números 24:4 - Versión Biblia Libre

“Esta es la profecía de Balaam, hijo de Beor, la profecía de un hombre que ve con los ojos bien abiertos, la profecía de uno que oye las palabras de Dios, que ve la visión dada por el Todopoderoso, que se inclina con respeto con los ojos abiertos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Dijo el que oyó los dichos de Dios, El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

el mensaje del que oye las palabras de Dios, del que ve una visión que proviene del Todopoderoso, y se inclina con los ojos abiertos:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

oráculo del que escucha las palabras de Dios, que ve lo que el Dios de la Estepa le da a ver, que se postra, y Dios le abre los ojos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Oráculo del que oye los dichos de Dios, Que contempla la visión de ’El- Shadday, Caído, pero con los ojos abiertos:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

oráculo del que oye las palabras de Dios, del que ve la visión de Sadday, del que, al caer, se le abren los ojos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dijo el que oyó las palabras de Dios, el que vio la visión del Todopoderoso, cayendo en éxtasis, pero con sus ojos abiertos:

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Otras versiones



Números 24:4
20 Referencias Cruzadas  

Después de todo esto, Dios habló con Abrán en una visión, y le dijo: “¡No tengas miedo, Abrán! ¡Yo soy tu protector, y tu gran recompensa!”


Cuando se puso el sol, Abrán sintió mucho sueño, y a la vez una oscuridad espesa y terrible se puso sobre él.


Entonces Micaías respondió: “Vi a todo Israel disperso por los montes como ovejas sin pastor. El Señor dijo: ‘Este pueblo no tiene dueño; que cada uno se vaya a su casa en paz’”.


Una vez hablaste en una visión a tu siervo fiel y dijiste: “Le he dado fuerza al guerrero que he escogido de entre el pueblo para convertirlo en rey.


La luz brillante que lo rodeaba era como un arco iris brillando a través de las nubes en un día de lluvia. Así era la gloria del Señor. Cuando lo vi, caí de bruces en el suelo, y entonces oí que alguien me hablaba.


“Escuchen mis palabras, les dijo. Si tuvieran profetas, yo, el Señor, me revelaría a ellos en visiones; me comunicaría con ellos en sueños.


Dios vino a Balaam durante la noche y le dijo, “Ya que estos hombres han venido por ti, levántate y ve con ellos. Pero sólo haz lo que yo te diga”.


Entonces el Señor le dio a Balaam la habilidad de ver al ángel del Señor de pie en el camino con una espada desenvainada. Balaam se inclinó y cayó al suelo boca abajo.


Entonces Balaam hizo una declaración, diciendo: “Esta es la profecía de Balaam, hijo de Beor, la profecía de un hombre con los ojos bien abiertos


“¡Qué bien puestas tus tiendas, Jacob; los lugares donde vives, Israel!


y ya sentía hambre, y deseaba comer. Pero mientras aun preparaban la comida, Pedro entró en trance,


Mientras Pedro aún reflexionaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: “Mira, hay tres hombres buscándote.


“Entonces regresé a Jerusalén, y mientras oraba en el Templo, caí en trance.


Fui lleno del Espíritu en el día del Señor, y escuché una voz fuerte detrás de mí, que sonaba como una trompeta.


Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Pero él me tocó con su mano derecha y dijo: “No tengas miedo, yo soy el primero y el último.


Entonces Saúl también se quitó la ropa y también profetizó en presencia de Samuel. Luego se postró y estuvo desnudo todo ese día y toda esa noche. Por eso se dice: “¿Es Saúl también uno de los profetas?”