Entonces Lea volvió a quedar embarazada, y tuvo un hijo. Y dijo: “El Señor ha esuchado que no soy amada, y me ha dado un hijo”.Así que le puso por nombre Simeón.
Números 12:2 - Versión Biblia Libre “¿Acaso el Señor solo habla a través de Moisés?” , cuestionaban. “¿No habla también a través de nosotros?” Y el Señor escuchó todo esto. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el Señor los oyó. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Acaso Yavé, decían, sólo hablará por medio de Moisés? ¿No habló también por nuestro intermedio? Y Yavé lo oyó. La Biblia Textual 3a Edicion Dijeron: ¿Acaso solamente a través de Moisés habla YHVH? ¿No ha hablado también por nosotros? Y YHVH lo oyó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Decían: '¿Es que sólo con Moisés ha hablado Yahveh? ¿Acaso no ha hablado también con nosotros?'. Y Yahveh lo oyó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. |
Entonces Lea volvió a quedar embarazada, y tuvo un hijo. Y dijo: “El Señor ha esuchado que no soy amada, y me ha dado un hijo”.Así que le puso por nombre Simeón.
Una vez terminado el período de luto, David mandó traerla a su palacio, y ella se convirtió en su esposa y le dio un hijo. Pero lo que David había hecho estaba mal ante los ojos del Señor.
Tal vez el Señor, tu Dios, al oír el mensaje que el comandante del ejército entregó en nombre de su amo, el rey de Asiria – unmensaje enviado para insultar al Dios vivo – locastigue por sus palabras. Por favor, haz una oración por el remanente de nosotros que aún sobrevive”.
El Señor se enojó con Moisés y le dijo: “Ahí está tu hermano Aarón, el levita. Sé que habla bien. Viene camino para encontrarse contigo y se alegrará mucho de verte.
Aarón compartió con ellos todo lo que el Señor le había dicho a Moisés, y Moisés realizó los milagros para que pudieran verlos.
Después de esto, Moisés y Aarón fueron donde el Faraón y le dijeron: “Esto es lo que el Señor, el Dios de Israel dice: ‘Deja ir a mi pueblo para que me haga una fiesta religiosa en el desierto’”.
Moisés y Aarón fueron a ver al Faraón e hicieron lo que el Señor había ordenado. Aarón arrojó su bastón delante del Faraón y sus oficiales, y se convirtió en una serpiente.
Tal vez el Señor, tu Dios, al oír el mensaje que el comandante del ejército entregó en nombre de su amo, el rey de Asiria -un mensaje enviado para insultar al Dios vivo- lo castigará por sus palabras. Por favor, reza una oración por el remanente de nosotros que aún sobrevive”.
Porque yo te saqué de la tierra de Egipto y te rescaté de la esclavitud. Envié a Moisés, a Aarón, y a Miriam, como sus dirigentes.
No pasó mucho tiempo antes de que la gente empezara a quejarse de lo mucho que estaban sufriendo. Cuando el Señor escuchó lo que decían, se enfadó. El fuego del Señor los quemó, destruyendo algunos que iban por los extremos del campamento.
“¿Estás celoso de mi reputación?” respondió Moisés. “¡Deseo que cada uno en el pueblo del Señor sea profeta y que el Señor les dé su espíritu a todos!”
Se unieron en oposición a Moisés y Aarón, diciéndoles: “¡Ustedes se han adueñado del poder! Cada uno de los israelitas es santo, y el Señor está entre ellos. Entonces, ¿por qué se ponen ustedes por encima de la asamblea del Señor?”
Dedíquense por completo unos a otros en su amor como familia, valorando a los demás más que a ustedes mismos.
Déjenme explicarles a todos ustedes, por la gracia que se ha dado, que ninguno debería tener un concepto de sí mismo más alto que el que debería tener. Ustedes deben tener un autoconcepto realista, conforme a la medida de fe que Dios les ha dado.
No hagan ninguna cosa con un espíritu egoísta u orgulloso, sino piensen con humildad unos de otros cosas mejores que las que piensan de ustedes mismos.
Jóvenes, hagan lo que los ancianos les dicen. Sin duda deberían todos servirse unos a otros con humildad, porque “Dios aborrece a los orgullosos, pero obra en favor de los humildes”.