Los cultivos tendrán cardos y espinas, y tendrás que comer plantas silvestres.
Lucas 8:7 - Versión Biblia Libre Algunas otras semillas cayeron entre espinos, y como crecieron juntos, los espinos ahogaron las plantas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. Biblia Nueva Traducción Viviente Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron junto con ellas y ahogaron los brotes. Biblia Católica (Latinoamericana) Otra cayó entre espinos, y los espinos crecieron con la semilla y la ahogaron. La Biblia Textual 3a Edicion Otra cayó en medio de las espinas, y creciendo juntamente las espinas, la ahogaron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Otro poco cayó en medio de las zarzas; y cuando las zarzas crecieron juntamente, lo ahogaron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y otra parte cayó entre espinos; y creciendo los espinos juntamente con ella, la ahogaron. |
Los cultivos tendrán cardos y espinas, y tendrás que comer plantas silvestres.
Esto es lo que el Señor dice al pueblo de Judá y de Jerusalén: Siembren su tierra sin arar, y no siembren entre los espinos.
Las semillas que fueron sembradas entre los espinos son las personas que escuchan el mensaje, pero luego las preocupaciones de la vida y la tentación por el dinero ahogan el mensaje y éste no produce fruto.
Otras semillas cayeron entre espinos. Estos crecieron y ahogaron las semillas que germinaban, así que no dieron fruto.
“Estén alerta para que no se distraigan en fiestas o emborrachándose o por las preocupaciones de esta vida, y entonces este día los tome por sorpresa como si fuera una trampa.
Las semillas que caen entre los espinos son aquellos que oyen el mensaje pero es ahogado por las distracciones de la vida—preocupaciones, riqueza, placer— y no produce nada.
Algunas cayeron sobre suelo rocoso, y cuando las semillas germinaron se marchitaron por falta de humedad.
Algunas semillas cayeron en buen suelo y después que crecieron produjeron una cosecha cien veces mayor de lo que se había sembrado”. Después que les dijo esto, exclamó: “¡Si ustedes tienen oídos, oigan!”