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Lucas 2:20 - Versión Biblia Libre

Los pastores regresaron a cuidar de sus rebaños, glorificando y agradeciendo a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues sucedió tal como se les había dicho.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los pastores regresaron a sus rebaños, glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído. Todo sucedió tal como el ángel les había dicho.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal como los ángeles se lo habían anunciado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como les había sido dicho.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal como se les había anunciado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

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Otras versiones



Lucas 2:20
13 Referencias Cruzadas  

¡Cuán grande es el Señor, el Dios de Israel, quien vive por siempre y para siempre! ¡Todo el mundo diga “Amén”! ¡Alaben al Señor!


Alaben al Señor por su gran amor, y por todas las cosas hermosas que hace por la gente.


Alaben al Señor por su gran amor, y por todas las cosas hermosas que hace por la gente.


Alaben al Señor por su gran amor, y por todas las cosas hermosas que hace por la gente.


Los humildes serán aún más felices en el Señor, y los pobres encontrarán su alegría en el Santo de Israel.


Cuando las multitudes vieron lo que había sucedido, estaban atemorizados. Entonces alabaron a Dios por haber dado a los seres humanos semejante poder.


Esto es lo que él decía: “Después de mi viene uno que es más grande que yo. Yo no soy digno de desatar sus sandalias.


De inmediato el hombre pudo ver. Y seguía a Jesús, alabando a Dios. Todos los que estaban allí y vieron lo que había sucedido también alabaron a Dios.


Después de escuchar esta explicación, no volvieron a discutir con él, y alababan a Dios, diciendo: “Ahora Dios ha concedido también a los extranjeros la oportunidad de arrepentimiento y de tener vida eterna”.