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Lucas 12:1 - Versión Biblia Libre

Mientras tanto, la multitud había crecido hasta llegar a ser miles, y se empujaban unos a otros. Jesús habló primero con sus discípulos. “Cuídense de la levadura de los Fariseos, de la hipocresía.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras tanto, las multitudes crecieron hasta que miles de personas se arremolinaban y se atropellaban unas a otras. Jesús primero se dirigió a sus discípulos y les advirtió: «Tengan cuidado con la levadura de los fariseos, es decir, su hipocresía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entre tanto se habían reunido miles y miles de personas, hasta el punto de que se aplastaban unos a otros. Entonces Jesús se puso a decir, especialmente para sus discípulos: 'Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entretanto, se habían aglomerado° miles y miles de la multitud, hasta el punto que se pisoteaban unos a otros. Entonces comenzó a decir primero a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos,° que es la hipocresía.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y mientras la multitud seguía aumentando por millares, hasta el punto de atropellarse unos a otros, primero comenzó a decir a sus discípulos: 'Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En esto, juntándose una innumerable multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es hipocresía.

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Otras versiones



Lucas 12:1
18 Referencias Cruzadas  

El rey había puesto al oficial que era su asistente a cargo de la puerta. En su afán, el pueblo lo pisoteó en la puerta y murió, tal como había dicho el hombre de Dios cuando el rey lo visitó.


el triunfo de los malvados no dura mucho tiempo, y que los que rechazan a Dios sólo son felices por poco tiempo?


Porque, ¿qué esperanza tienen los que rechazan a Dios, cuando él los derribe, cuando Dios ponga fin a sus vidas?


Los que rechazan a Dios se aferran a su amargura. Incluso cuando él los disciplina, no claman a él por ayuda.


Los pecadores que viven en Sión tiemblan de miedo; los insensatos están aterrorizados. Preguntan: “¿Quién puede vivir con este fuego que lo consume todo? ¿Quién puede vivir entre este fuego eterno?”


¡Qué lástima por ustedes! Son como tumbas sin marcar, sobre las cuales camina la gente sin saberlo”.


Hipócritas, ¿cómo es posible que sepan interpretar correctamente el estado del clima, pero no sepan interpretar el tiempo presente?


Un día, mientras Jesús estaba junto al Mar de Galilea, muchas personas se amontonaron para escuchar la palabra de Dios.


Sin embargo, la noticia acerca de Jesús se esparcía cada vez más. Grandes multitudes venían para escuchar a Jesús y para que los sanara de sus enfermedades.


Jesús descendió de la montaña con ellos, y se detuvo en un lugar donde había una gran llanura. Estaban rodeados de una multitud de discípulos y muchas otras personas de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Y se habían reunido para escucharlo y para que los sanara de sus enfermedades.


Y cuando oyeron lo que había sucedido, alabaron a Dios y le dijeron a Pablo: “Hermano, ahora puedes ver cuántos miles de judíos han llegado a creer en el Señor, y todos guardan la Ley cuidadosamente.


Yo les di lo que yo mismo también recibí, un mensaje de vital importancia: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme dice la Escritura;


Pero ustedes han llegado al Monte de Sión, la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial, con sus miles y miles de ángeles.


Sin embargo, la sabiduría que viene de arriba es pura sobre todas las cosas, y también trae paz. Es noble y abierta a la razón. Está llena de misericordia y produce cosas buenas. Es genuina y no hipócrita.


Así que renuncien a las malas obras que hacen: la deshonestidad, la hipocresía, el hablar mal de los demás.