“¿Cómo voy a servir sólo veinte panes a cien hombres?” , preguntó su criado. “Dáselo a la gente para que coma”, dijo Eliseo, “porque esto es lo que dice el Señor: ‘Comerán y aún sobrará’”.
Juan 6:7 - Versión Biblia Libre “Doscientas monedas de plata no alcanzarían para comprar suficiente pan y darle a todos aunque fuera un poco”, respondió Felipe. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Biblia Nueva Traducción Viviente Felipe contestó: —¡Aunque trabajáramos meses enteros, no tendríamos el dinero suficiente para alimentar a toda esta gente! Biblia Católica (Latinoamericana) Felipe le respondió: 'Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo. La Biblia Textual 3a Edicion Le respondió Felipe: Doscientos denarios de panes no bastarían para que cada uno tome un poco. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Felipe le contestó: 'Doscientos denarios de pan no les bastan para que cada uno reciba un pedacito'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les bastarían para que cada uno de ellos tome un poco. |
“¿Cómo voy a servir sólo veinte panes a cien hombres?” , preguntó su criado. “Dáselo a la gente para que coma”, dijo Eliseo, “porque esto es lo que dice el Señor: ‘Comerán y aún sobrará’”.
Pero cuando ese mismo siervo salió de allí, se encontró con uno de sus consiervos que le debía apenas cien denarios. Lo tomó por el cuello y ahorcándolo, le decía: ‘¡Págame lo que me debes!’
Pero Jesús respondió: “Denles ustedes de comer”. “¿Qué? Necesitaríamos más de seis meses de salario para comprar pan para alimentar a todas estas personas”, respondieron los discípulos.
El siguiente día, Jesús decidió ir a Galilea. Allí encontró a Felipe, y le dijo: “Sígueme”.
Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos encontrado a aquél de quien Moisés hablaba en la ley y de quien hablaban los profetas también: Jesús de Nazaret, el hijo de José”.
“¿De Nazaret? ¿Puede salir algo bueno de allí?” preguntó Natanael. “Solo ven y mira”, respondió Felipe.
“¿Cómo sabes quien soy yo?” preguntó Natanael. “Te vi bajo aquella higuera, antes que Felipe te llamara”, respondió Jesús.
“¿No era mejor vender este perfume y regalar el dinero a los pobres? El perfume costaba trescientos denarios”.