Por eso le concederé un lugar entre los grandes y le daré el premio de los vencedores, porque derramó su vida en la muerte y fue contado como uno de los rebeldes. Tomó sobre sí los pecados de muchos y pidió perdón por los rebeldes.
Juan 3:30 - Versión Biblia Libre Él debe volverse más importante, y yo debo volverme menos importante”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. Biblia Nueva Traducción Viviente Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos. Biblia Católica (Latinoamericana) Es necesario que él crezca y que yo disminuya. La Biblia Textual 3a Edicion Él debe crecer, y yo menguar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él tiene que crecer y yo tengo que disminuir'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Es necesario que Él crezca, y que yo mengüe. |
Por eso le concederé un lugar entre los grandes y le daré el premio de los vencedores, porque derramó su vida en la muerte y fue contado como uno de los rebeldes. Tomó sobre sí los pecados de muchos y pidió perdón por los rebeldes.
Su gobierno y la paz que trae no conocen límites y nunca llegarán a su fin. Se sentará en el trono de David y gobernará su reino, haciéndolo seguro. Actuará con principios de justicia y bondad, desde el momento en que comience su gobierno y por toda la eternidad. El Señor Todopoderoso está decidido a que esto ocurra.
¡El novio es quien se casa con la novia! El padrino espera y escucha al novio, y se alegra cuando escucha la voz de alegría del novio, así que ahora mi felicidad está completa.
El que viene de arriba es más grande que todos; el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla cosas terrenales. El que viene del cielo es más grande que todos.
¿Quién es Apolos, después de todo? ¿Y quién es Pablo? Nosotros solo somos siervos por medio de los cuales ustedes llegaron a creer. Cada uno de nosotros hace la obra que Dios nos asignó.
Él también es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primero y más alto de los que se levantaron de la muerte, de modo que él es supremo en todas las cosas.
Entonces el segundo ángel hizo sonar su trompeta, y desde el cielo se oyeron voces gritando, y decían “El reino del mundo se han convertido en el reino de nuestro Señor, y de Cristo, y él reinará por siempre y para siempre”.