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Juan 2:19 - Versión Biblia Libre

Jesús respondió: “¡Destruyan este Templo, y en tres días lo levantaré!”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—De acuerdo —contestó Jesús—. Destruyan este templo y en tres días lo levantaré.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús respondió: 'Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Respondió Jesús, y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús les contestó: 'Destruid este templo, y en tres días lo levantaré'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

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Otras versiones



Juan 2:19
23 Referencias Cruzadas  

“De la misma manera que Jonás estuvo en el vientre de un gran pez durante tres días y tres noches, el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra por tres días y tres noches.


A partir de entonces Jesús comenzó a explicarle a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que sufriría terriblemente en manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros religiosos, y que lo matarían, pero que él se levantaría otra vez al tercer día.


y decían: “¡Tú que prometiste destruir el Templo y reconstruirlo en tres días, por qué no te salvas a ti mismo! Si realmente eres el Hijo de Dios, entonces bájate de la cruz”.


Y le dijeron: “Señor, recordamos que el impostor cuando estaba vivo dijo: ‘Después de tres días me levantaré de nuevo’.


“Lo oímos decir: ‘Destruiré este Templo que han construido manos humanas, y en tres días lo volveré a construir sin usar las manos’”.


Y la gente que pasaba por allí le gritaba con insultos, sacudiendo sus cabezas y diciendo: “¡Oye, tu! Tú que decías que ibas a destruir el Templo y reconstruirlo en tres días:


Entonces comenzó a explicarles que el Hijo del hombre sufriría muchas cosas y sería rechazado por los ancianos, por los sumos sacerdotes, y por los maestros religiosos. Sería llevado a la muerte, pero tres días después se levantaría de nuevo.


Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. Aquellos que creen en mí, vivirán aunque mueran.


Jesús les explicó: “Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; él solo puede hacer lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, lo hace también el Hijo.


Pero Dios lo levantó nuevamente a la vida, libertándolo de la carga de la muerte, porque la muerte no tuvo poder para tenerlo prisionero.


“Dios ha levantado a este Jesús de entre los muertos, y todos nosotros somos testigos de eso.


Ustedes mataron al Autor de la vida, Aquél a quien Dios levantó de los muertos, y nosotros somos testigos de esto.


Dios preparó a su siervo y lo envió primero a ustedes, para bendecirlos al convertirlos de sus malos caminos”.


Lo hemos oído decir que este Jesús de Nazaret destruirá el Templo y cambiará las leyes que recibimos de Moisés”.


También fueron escritas para beneficio de nosotros, para los que seremos considerados justos porque confiamos en Dios, quien levantó a nuestro Señor Jesús de los muertos.


A través del bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como Cristo fue levantado de los muertos por medio de la gloria del Padre, nosotros también podamos vivir una vida nueva.


El Espíritu de Dios que levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes. Él, que levantó a Jesús de los muertos, dará vida a sus cuerpos muertos a través de su Espíritu que vive en ustedes.


Ahora, si el mensaje declara que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes dicen que no hay resurrección de los muertos?


Ustedes fueron sepultados con él en el bautismo, y fueron levantados por medio de su fe en lo que Dios hizo al levantarlo de los muertos.


Y Jesús murió por culpa de los pecados, una vez y para siempre, el Único que es completamente verdadero y justo, por aquellos que somos malos, para poder llevarnos a Dios. Fue llevado a muerte en su cuerpo, pero vino a la vida en el espíritu.