pero yo he orado por ti, para que tu fe no fracase. Y cuando hayas regresado, anima a tus hermanos”.
Juan 17:9 - Versión Biblia Libre Estoy orando por ello—no por el mundo, sino por los que me diste, porque ellos te pertenecen. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, Biblia Nueva Traducción Viviente »Mi oración no es por el mundo, sino por los que me has dado, porque te pertenecen. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que son tuyos y que tú me diste La Biblia Textual 3a Edicion Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado, pues son tuyos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado porque tuyos son. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. |
pero yo he orado por ti, para que tu fe no fracase. Y cuando hayas regresado, anima a tus hermanos”.
Luego Jesús dijo: “Padre, por favor, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Y ellos dividieron su ropa, lanzando el dado sobre ella.
Cuando los cuidadores de cerdos vieron lo que había ocurrido, salieron corriendo y difundieron la noticia por toda la ciudad y el campo.
Porque tú le has dado autoridad sobre todas las personas para que él pueda darle vida eterna a todos los que tú le has entregado.
“No solo estoy orando por ellos, también oro por los que crean en mí por el mensaje de ellos.
“Yo he revelado tu carácter a aquellos que me diste del mundo. Ellos te pertenecían; me los diste a mí, y he hecho lo que tú dijiste.
Todos los que el Padre me entrega, vendrán a mí, y yo no rechazaré a ninguno de ellos.
Lo que Él quiere es que yo no deje perder a ninguno de los que me ha dado, sino que los levante en el día final.
En consecuencia, tiene el poder para salvar por completo a los que se acercan a Dios por medio de él, viviendo siempre para rogar su caso a favor de ellos.
Porque Cristo no ha entrado al Lugar Santísimo construido por seres humanos y que es apenas un modelo del original. Él entró al cielo mismo, y ahora aparece en representación de nosotros, hablando a nuestro favor en presencia de Dios.
Pues sabemos que pertenecemos a Dios, y que el mundo está bajo control del maligno.
Y el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo, fue lanzado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Y todos los habitantes de la tierra le adorarán, aquellos cuyos nombres no habían sido escritos en el libro de la vida, el libro que pertenece al Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.
Aquellos que no tengan su nombre escrito en el libro de la vida, fueron lanzados al lago de fuego.