Así que el faraón ordernó que trajeran a Abrán delante de él, y le dijo: “¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que ella era tu esposa?
Génesis 26:9 - Versión Biblia Libre Abimelec entonces mandó a buscar a Isaac y le planteó su queja. “¿Según lo que vi, ella es claramente tu esposa!” le dijo. “¿Por qué decidiste decir ‘es mi hermana’?” “Porque pensé que me matarían por causa de ella”, respondió Isaac. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. Biblia Nueva Traducción Viviente Al instante, Abimelec mandó llamar a Isaac y exclamó: —¡Es evidente que ella es tu esposa! ¿Por qué dijiste: “Es mi hermana”? —Porque tuve temor de que alguien me matara para quitármela —contestó Isaac. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Abimelec mandó llamar a Isaac y le dijo: '¡No puedes negar que es tu mujer! ¿Por qué has declarado que es tu hermana?' Isaac le contestó: 'Es que pensé que por causa de ella me podrían matar. La Biblia Textual 3a Edicion Y llamando Abimelec a Isaac, le dijo: Mira, ciertamente ella es tu mujer. ¿Cómo pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque me dije: No sea que yo muera por su causa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llamó Abimélec a Isaac, y le dijo: 'Seguramente que es tu esposa. ¿Por qué, entonces decías: 'Es mi hermana'?'. Isaac: respondió: 'Porque me dije: 'Tal vez me maten por causa de ella''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu esposa; ¿cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. |
Así que el faraón ordernó que trajeran a Abrán delante de él, y le dijo: “¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que ella era tu esposa?
“¿Por qué nos hiciste esto?” le preguntó Abimelec. “¡Uno de los hombres aquí pudo haberse acostado con tu esposa, y tú nos habrías hecho culpables a todos!”
Pero más tarde, después de haber vivido allí por un tiempo, Abimelec, rey de los filisteos, miró por la ventana y vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca.
Jesús respondió: “He estado con ustedes por tanto tiempo, Felipe, ¿y sin embargo aún no me conoces? Todo el que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decir ‘muéstranos al Padre’?
Cuando Pedro volvió en sí, dijo: “¡Ahora me doy cuenta de que esto realmente sucedió! El Señor envió un ángel para rescatarme del poder de Herodes, y de todo lo que el pueblo judío había planeado”.