El Señor le dijo a Moisés: “Ve a ver al Faraón, porque fui yo quien le dio a él y a sus oficiales una actitud obstinada para que yo pudiera hacer mis milagros ante ellos.
Éxodo 7:4 - Versión Biblia Libre Entoncesatacaré a Egipto, imponiéndoles fuertes castigos, y sacaré a mi pueblo, los israelitas, tribu por tribu. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. Biblia Nueva Traducción Viviente Aun así, el faraón se negará a escucharte; por eso alzaré mi puño contra Egipto. Luego rescataré a mis ejércitos —a mi pueblo, los israelitas— de la tierra de Egipto con grandes actos de juicio. Biblia Católica (Latinoamericana) él no te hará caso. Yo, entonces, sacaré a mi pueblo del país de Egipto, a fuerza de golpes y de grandes intervenciones. La Biblia Textual 3a Edicion Faraón no os escuchará. Yo pondré mi mano en Egipto, y con grandes juicios sacaré de la tierra de Egipto a mis escuadrones, mi pueblo, los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Faraón no os escuchará; y entonces pondré yo mi mano sobre Egipto y sacaré del país de Egipto a mis huestes, a mi pueblo, a los israelitas, con durísimos castigos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. |
El Señor le dijo a Moisés: “Ve a ver al Faraón, porque fui yo quien le dio a él y a sus oficiales una actitud obstinada para que yo pudiera hacer mis milagros ante ellos.
El Señor le dijo a Moisés: “El Faraón se niega a escucharte para que pueda hacer más milagros en Egipto”.
Ese mismo día el Señor sacó a las tribus israelitas de Egipto, una por una.
Así que Moisés le dijo al pueblo: “Recuerden que este es el día en que dejaron Egipto, la tierra de su esclavitud, porque el Señor los sacó de allí con su asombroso poder. (Nada con levadura en él será comido).
Cuando celebren esta ceremonia será como una señal en su mano y un recordatorio en la frente de que esta enseñanza del Señor debe ser contada con regularidad. Porque el Señor los sacó de Egipto con su gran poder.
Moisés le contó a su suegro todo lo que el Señor había hecho al Faraón y a los egipcios en favor de los israelitas, todos los problemas que habían experimentado en el camino y cómo el Señor los había salvado.
Pero sé que el rey de Egipto no te dejará ir a menos que se vea obligado a hacerlo por un poder más fuerte que él.
Así que usaré mi poder para infligir a Egipto todas las cosas aterradoras que estoy a punto de hacerles. Después de eso los dejará ir.
Pero el Señor le dijo a Moisés: “Ahora verás lo que le haré al Faraón. Con mi gran fuerza lo obligaré a dejarlos ir; por mi poder los enviará fuera de su país”.
Aarón y Moisés mencionados aquí son los que el Señor dijo, “Saquen a los israelitas de Egipto, divididos en sus respectivas tribus”.
“Así que di a los israelitas: ‘Yo soy el Señor y los salvaré del trabajo forzoso que les imponen los egipcios; yo los liberaré su esclavitud. Los rescataré usando mi poder e imponiendo fuertes castigos.
Sin embargo, el Faraón tenía una actitud dura y terca, y no los escuchaba, como el Señor había predicho.
Dile: El Señor, el Dios de los hebreos, me ha enviado a decirte: ‘Deja ir a mi pueblo para que me adoren en el desierto. Pero no me has escuchado hasta ahora.
Pero cuando el Faraón se dio cuenta de que la plaga había pasado, decidió volver a ser duro y terco, y no quiso escuchar a Moisés y Aarón, tal como el Señor había predicho.
“Este es un acto de Dios”, le dijeron los magos al Faraón. Pero el Faraón eligió ser obstinado y duro de corazón, y no quiso escuchar a Moisés y Aarón, como el Señor había predicho.
Pero el Señor puso en el Faraón una actitud obstinada, y el Faraón no los escuchó, tal como el Señor le había dicho a Moisés.
te castigaré trayendo una plaga muy severa sobre tu ganado: en tus caballos, tus asnos, tus camellos, así como tus rebaños y manadas.
El castigo está preparado para los burladores, y el azote para las espaldas de los tontos.
Te busco en la noche y en mi interior te anhelo. Cuando tus leyes se muestran en la tierra, entonces los pueblos del mundo aprenden lo que es justo.
“Esto es lo que dice el Señor Dios: ¡Será mucho peor cuando envíe mis cuatro severos juicios contra Jerusalén: la guerra, el hambre, los animales salvajes y las enfermedades, de modo que tanto las personas como los animales mueran!
¿Quién no te rendiría reverencia, oh, Señor? ¿Quién es el que no glorificaría tu nombre? Pues solo tú eres santo. ¡Todas las naciones vendrán a adorarte porque has demostrado con tus actos que eres justo!”
Entonces oí una voz que provenía desde el altar, diciendo: “Sí, oh, Señor, el Todopoderoso. ¡Tus juicios son justos y verdaderos!”
porque sus juicios son verdaderos y justos, porque ha condenado a la prostituta infame que corrompió a la tierra con su inmoralidad, y ha traído justicia sobre ella por sus asesinatos a sus siervos”.
Cada vez que Israel entraba en batalla, el Señor luchaba contra ellos y los derrotaba, tal como les había advertido y como había jurado que haría. Estaban en un gran apuro.