Pero el Señor descendió para mirar la ciudad y la torre que estas personas estaban construyendo.
Éxodo 3:8 - Versión Biblia Libre Por eso he descendido para rescatarlos de la opresión egipcia y para llevarlos desde ese país a una tierra fértil y amplia, una tierra donde fluye leche y miel, donde actualmente viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso he descendido para rescatarlos del poder de los egipcios, sacarlos de Egipto y llevarlos a una tierra fértil y espaciosa. Es una tierra donde fluyen la leche y la miel, la tierra donde actualmente habitan los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. Biblia Católica (Latinoamericana) y por esta razón estoy bajando, para librarlo del poder de los egipcios y para hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil, a una tierra que mana leche y miel, al territorio de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos. La Biblia Textual 3a Edicion Descenderé, pues, para librarlo de mano de los egipcios y para hacerlo subir de ese país a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel,° al lugar del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 He bajado para liberarlo de la mano de los egipcios y subirlo de ese país a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizeos, los jiveos y los jebuseos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo, y del jebuseo. |
Pero el Señor descendió para mirar la ciudad y la torre que estas personas estaban construyendo.
Necesitamos bajar allí y confundir su idioma para que no puedan entender lo que se dicen unos a otros”.
Entonces el Señor le explicó a Abrán: “Puedes estar seguro de que tus descendientes serán extranjeros en otras naciones, donde sufrirán esclavitud y maltratados por 400 años.
Sin embargo, yo castigaré a la nación que los tendrá como esclavos, y después tus descendientes saldrán, llevándose muchas posesiones de gran valor.
“Si tiene que ser así, entonces esto es lo que harán”, respondió Israel. “Llévense lo mejor que produce nuestro país. Empaquen sus bolsas con regalos para este hombre: bálsamo, un poco de miel, especias, mirra, pistachos y almendras.
Iré a Egipto contigo, y prometo traerte de vuelta. Y José personalmente cerrará tus ojos cuando mueras”.
“Voy a morir pronto”, les dijo José a sus hermanos, “pero Dios estará con ustedes, y los llevará fuera de este país a la tierra que juró dar a Abraham, Isaac y Jacob”.
Tú sabías que te sería fiel, e hiciste un acuerdo con él para darle a él y a su descendencia la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, jebuseos y gergeseos. Cumpliste tu promesa, porque haces lo que es justo.
“A causa de la violencia que han sufrido los indefensos, y a causa de los gemidos de los pobres, me levantaré para defenderlos”, dice el Señor. “Les daré la protección que han estado anhelando”.
La palabra del Señor es fiel, y es tan pura como la plata refinada siete veces en un horno.
¡Prueba, y verás que el Señor es bueno! ¡Cuán felices son los que creen su protección!
Cuando clamen a mí pro ayuda, Responderé; cuando estén en problemas, Estaré con ellos. Los salvaré y los honraré.
El mismo día en que terminaron los 430 años, todas las tribus del Señor, por sus respectivas divisiones, salieron de Egipto.
Ese mismo día el Señor sacó a las tribus israelitas de Egipto, una por una.
El Señor los llevará a la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, heveos y jebuseos, la tierra que le prometió a sus antepasados, una tierra que fluye leche y miel. Así que deben observar esta ceremonia en este mes.
He decidido sacarlos de la miseria que están teniendo en Egipto y llevarlos a la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos, una tierra que fluye leche y miel’”.
Pero deben seguir cuidadosamente lo que les digo que hagan hoy. ¡Presten atención! Voy a expulsar delante de ustedes a los amorreos, cananeos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos.
“Desde que fui a ver al Faraón para hablar en tu nombre, él ha sido aún más duro con tu pueblo, ¡y no has hecho nada para salvarlo!”
Yo vendré y los llevaré a una tierra que es como la suya, una tierra de grano y de vino nuevo, una tierra de pan y de viñedos.
Si tan sólo desgarraras los cielos y bajaras. Las montañas temblarían en tu presencia!
Lo hice para cumplir lo que prometí a sus antepasados: darles una tierra que mana leche y miel, como sigue siendo hoy. Amén, Señor, respondí.
Los llevé a una tierra productiva para que comieran todo lo bueno que allí crece. Pero ustedes vinieron y ensuciaron mi tierra, haciéndola ofensiva para mí.
Les diste esta tierra que habías prometido a sus antepasados, una tierra que mana leche y miel.
“Aquel día les prometí que los sacaría de Egipto y los llevaría a un país que había elegido para ellos, una tierra que mana leche y miel, mejor que cualquier otro país.
Pero te he prometido que te harás cargo de su tierra. Te la voy a dar en propiedad, una tierra que fluye con leche y miel. Yo soy el Señor tu Dios, que te ha hecho un pueblo distinto de todos los demás.
Yo fui quien te sacó de la tierra de Egipto y te conduje por el desierto durante cuarenta años, a fin de que pudieras conquistar el país de los amorreos.
Vean cómo es el lugar, y averigüen acercade la gente que vive allí, ¿son fuertes o débiles? ¿Son muchos o pocos?
¿La tierra donde viven es buena o mala? ¿Son sus ciudades como campos abiertos, o tienen muros defensivos?
Este es el informe que dieron a Moisés: “Fuimos y exploramos el país al que nos enviaste, y es definitivamente muy productivo, como si fluyera leche y miel. ¡Miren algunas de sus frutas!
Porque yo no descendí del cielo para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me envió.
Trajeron de vuelta algunos de los frutos del país, llevándolos hasta nosotros, y nos dieron el informe: “El Señor nuestro Dios nos está dando buena tierra”.
Continúensu viaje y vayan a las colinas de los amorreos y de todos sus vecinos, al valle del Jordán, a las colinas, a las estribaciones, al Néguev, y a lo largo de la costa al país de los cananeos hasta el Líbano, hasta el gran río Éufrates.
Entonces escribe todas estas leyes en ellas una vez que hayas cruzado para entrar en el país que el Señor tu Dios te está dando, una tierra que fluye leche y miel, tal como el Señor, el Dios de tus antepasados, te lo prometió.
El Señor te hará muy próspero. Tendrás muchos hijos, tu ganado producirá muchas crías, y tu tierra tendrá buenas cosechas, todo esto en el país que el Señor prometió a tus antepasados que te daría.
Escucha, pueblo de Israel, y está atento a observarlas, para que les vaya bien y tengan mucha descendencia en una tierra que fluye leche y miel, tal como se los prometió el Señor, el Dios de sus antepasados.
El Señor tu Dios te va a conducir a la tierra que estás tomando para poseerla, y expulsará delante de ti a muchas otras naciones: los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos, siete naciones que son más grandes y fuertes que tú.
Durante cuarenta años los israelitas viajaron por el desierto hasta que todos los hombres en edad de luchar cuando salieron de Egipto ya habían muerto, porque no habían hecho lo que el Señor les había dicho que hicieran. Así que el Señor había prometido que no les dejaría ver la tierra que había prometido a sus antepasados que nos daría, una tierra que fluye leche y miel.
Todos los reyes al oeste del Jordán se enteraron de lo sucedido. Entre ellos estaban los reyes de los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos que vivían en la región de las colinas, en las tierras bajas y a lo largo de la costa hasta el Líbano.
Pero los israelitas dijeron a los heveos: “Tal vez ustedes vivan cerca. Si es así, no podemos hacer un tratado con ustedes”.