El Señor también le dijo: “Yo soy el Señor, que te saqué de Ur de los caldeos para darte esta tierra”.
Apocalipsis 4:5 - Versión Biblia Libre Desde el trono salían relámpagos y se escuchaban truenos. Frente al trono iluminaban siete antorchas, que son los siete Espíritus de Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Del trono salían relámpagos y estruendo de truenos. Delante del trono había siete antorchas con llamas encendidas; esto es el Espíritu de Dios de siete aspectos. Biblia Católica (Latinoamericana) Del trono salen relámpagos, voces y truenos. Ante el trono arden siete antorchas, que son los siete espíritus de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Del trono salen relámpagos, y voces, y truenos;° y delante del trono arden siete lámparas de fuego,° las cuales son los siete espíritus de Dios.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del trono salen relámpagos y voces y truenos. Ante el trono están ardiendo siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete Espíritus de Dios. |
El Señor también le dijo: “Yo soy el Señor, que te saqué de Ur de los caldeos para darte esta tierra”.
los candelabros de oro puro y sus lámparas que debían arder delante del Lugar Santísimo, tal como se había especificado;
¡Cuán asombroso es Dios en su Templo! ¡El Dios de Israel le da fuerza y poder a su pueblo! ¡Alaben a Dios!
Cuando llegó la mañana del tercer día hubo truenos y relámpagos, y una nube espesa cubrió la montaña. Hubo un fuerte sonido de cuerno de carnero, y todos en el campamento temblaron de miedo.
Cuando todo el pueblo oyó el trueno y el sonido de la trompeta, y vio el relámpago y el humo de la montaña, temblaron de miedo y se alejaron.
Hagan siete lámparas y colóquenlas en el candelabro para que iluminen el área que está delante de él.
Estos seres parecían carbones ardientes o antorchas brillantes. El fuego ardiente se movía de un lado a otro entre los seres, y del fuego salían relámpagos.
El Señor rugirá desde Sión, alzando su voz desde Jerusalén, haciendo estremecer los cielos y la tierra. Pero el Señor resguardará a su pueblo, y protegerá al pueblo de Israel.
“¿Qué ves?” me preguntó. “Veo un candelabro hecho de oro sólido con un tazón que sostiene siete lámparas sobre él, cada una con siete labios.
“El reino de los cielos es como diez jovencitas, que llevaron sus lámparas para ir al encuentro del novio.
“Sí, yo los bautizo en agua para mostrar arrepentimiento, pero después de mi viene uno que es más grande que yo. Yo no soy siquiera digno de quitar sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Y vieron lo que parecía como diferentes llamas con forma de lenguas que se posaron sobre cada uno de ellos.
Esta carta viene de parte de Juan y es enviada a las siete iglesias en la provincia de Asia. Tengan gracia y paz de Aquél que era, es, y vendrá, y de los siete Espíritus que están delante de su trono,
Y dio un grito, que se oía como el rugir de un león. Cuando gritó, contestaron los siete truenos.
Entonces se abrió el Templo de Dios en el cielo, y el arca del pacto se podía ver dentro de su Templo. Y hubo rayos y relámpagos, truenos, un terremoto y una granizada.
“Escribe esto al ángel de la iglesia de Sardis: Esto es lo que dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas: Yo sé lo que has logrado, y que tienes la apariencia de estar vivo, pero en realidad estás muerto.
Entonces vi a un Cordero que parecía como si lo hubieran sacrificado. Estaba en pie en el centro, junto al trono y las cuatro criaturas vivientes, en medio de los ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que son los siete Espíritus de Dios que son enviados a toda la tierra.
Entonces el ángel tomó el incensario y lo llenó con fuego del altar, y lo lanzó sobre la tierra; y se oyó el sonido de un trueno, con rayos y relámpagos, y un gran terremoto.