y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había algo así como un pavimento de azulejos hecho de lapislázuli, tan azul claro como el propio cielo.
Apocalipsis 4:3 - Versión Biblia Libre El que estaba sentado allí brillaba como joyas, como jaspe y cornalina, y había un arcoíris que rodeaba el trono, brillante como una esmeralda. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Biblia Nueva Traducción Viviente El que estaba sentado en el trono brillaba como piedras preciosas: como el jaspe y la cornalina. El brillo de una esmeralda rodeaba el trono como un arco iris. Biblia Católica (Latinoamericana) El que estaba sentado parecía de jaspe y cornalina, y un arco iris de color esmeralda rodeaba el trono. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que estaba sentado era semejante en su aspecto a una piedra de jaspe y de cornalina, y había° alrededor del trono un arco iris, semejante en su aspecto a una esmeralda.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que estaba sentado tenía un aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardónice. Y el nimbo que rodeaba el trono tenía el aspecto de una esmeralda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el parecer del que estaba sentado era semejante al jaspe y a la piedra de sardonia; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. |
y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había algo así como un pavimento de azulejos hecho de lapislázuli, tan azul claro como el propio cielo.
El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado con majestad en un trono alto, y la cola de su manto llenaba el Templo.
Por encima de la extensión sobre sus cabezas vi lo que parecía un trono hecho de lapislázuli. Sentado en el trono en lo alto había un ser que parecía un hombre.
La luz brillante que lo rodeaba era como un arco iris brillando a través de las nubes en un día de lluvia. Así era la gloria del Señor. Cuando lo vi, caí de bruces en el suelo, y entonces oí que alguien me hablaba.
Miré hacia arriba y vi lo que parecía un trono hecho de lapislázuli más allá de la extensión, muy por encima de las cabezas de los querubines.
Estabas en el Edén, el jardín de Dios. Llevabas toda clase de piedras preciosas: cornalina, topacio y amatista; berilo, ónice y jaspe; lapislázuli, turquesa y esmeralda. Fueron colocados en monturas y engastes de oro, con un trabajo artesanal, y fueron hechos el día en que fuiste creado.
Entonces vi a otro ángel descendiendo del cielo, con una nube que lo envolvía y un arcoíris sobre su cabeza. Su rostro lucía como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
brillando con la gloria de la presencia de Dios. La luz resplandecía como una piedra preciosa, un jaspe, transparente y brillante.