Haré que la justicia sea tan recta como una línea de medir, y que hacer lo correcto sea la norma estándar. El granizo destruirá la protección de tus mentiras, y el agua inundará el lugar donde te escondes.
Apocalipsis 11:1 - Versión Biblia Libre Y se me dio una vara de medir y me dijeron: “Levántate y mide el Templo de Dios, y el altar, y cuenta a los que están adorando ahí. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego me fue dada una vara para medir y me fue dicho: «Ve y mide el templo de Dios y el altar, y cuenta el número de adoradores; Biblia Católica (Latinoamericana) Después me entregaron una vara de medir, diciéndome: 'Vete, mide el Templo de Dios y el altar, y haz el censo de los que vienen a adorar. La Biblia Textual 3a Edicion Y me fue dada una caña semejante a una vara,° diciendo: Levántate y mide el santuario de Dios,° el altar, y a los que adoran en él; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me dieron luego una caña semejante a una vara de medir y me dijeron: 'Levántate y mide el santuario de Dios y el altar y a los que en él adoran. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y me fue dada una caña semejante a una vara, y el ángel se puso en pie diciendo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. |
Haré que la justicia sea tan recta como una línea de medir, y que hacer lo correcto sea la norma estándar. El granizo destruirá la protección de tus mentiras, y el agua inundará el lugar donde te escondes.
Entonces el derecho a gobernar, el poder y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados a los consagrados al Altísimo. Su reino durará para siempre, y todos los que gobiernan le servirán y obedecerán”.
¿Qué compromiso podría existir entre el Templo de Dios con los ídolos? Pues nosotros somos Templo del Dios vivo, tal como Dios dijo: “Viviré en ellos y caminaré en medio de ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.
ustedes también se convierten en piedras vivas, edificadas en una casa espiritual. Ustedes son sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales y que Dios recibe con agrado por medio de Jesucristo.
En cambio, ustedes son una familia elegida de manera especial, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios. Por eso, pueden revelar las cosas maravillosas que él ha hecho, al sacarlos de la oscuridad a su luz admirable.
Y se me dijo: “Debes profetizar nuevamente sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos”.
El ángel que me habló tenía una vara de medir para medir la ciudad, sus puertas, y su muro.