Todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; a todo el que toca, se le abre la puerta.
3 Juan 1:9 - Versión Biblia Libre Le escribí sobre esto a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta hacerse cargo de las cosas, se niega a aceptar nuestra autoridad. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Biblia Nueva Traducción Viviente Le escribí a la iglesia acerca de esto, pero Diótrefes —a quien le encanta ser el líder— no quiere tener nada que ver con nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Convenía que yo escribiera a la Iglesia, pero a Diotrefes le gusta tanto el mando que no nos hace caso. La Biblia Textual 3a Edicion Escribí alguna cosa° a la iglesia, pero Diótrefes, que ambiciona la primacía, no nos reconoce.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 He mandado algún escrito a la iglesia; pero Diotrefes, que ambiciona el primer puesto entre ellos, no nos recibe. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo he escrito a la iglesia; mas Diótrefes, que ama tener la preeminencia entre ellos, no nos recibe. |
Todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; a todo el que toca, se le abre la puerta.
Pero ellos no dijeron nada porque habían estado discutiendo sobre quién de ellos era el más importante.
“Cualquiera que recibe a un niño como este en mi nombre, me recibe a mí, y cualquiera que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió”.
Entonces les dijo: “Todo aquél que acepta a este niño en mi nombre, me acepta a mí, y todo aquél que me acepta a mí, acepta al que me envió. El menos importante entre todos ustedes es el más importante”.
Dedíquense por completo unos a otros en su amor como familia, valorando a los demás más que a ustedes mismos.
Él también es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primero y más alto de los que se levantaron de la muerte, de modo que él es supremo en todas las cosas.
Todos aquellos que se vuelven extremistas y no siguen la enseñanza de Cristo, ni tienen a Dios. Los que siguen la enseñanza de Cristo tienen tanto al Padre como al Hijo en ellos.