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2 Samuel 9:3 - Versión Biblia Libre

El rey le preguntó: “¿Queda alguien de la familia de Saúl a quien pueda mostrar mi bondad como se lo prometí ante Dios?” “Todavía queda uno de los hijos de Jonatán, que es cojo de ambos pies”, respondió Siba.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Enseguida el rey le preguntó: —¿Hay alguien de la familia de Saúl que todavía viva? De ser así, quisiera mostrarle la bondad de Dios. Siba le contestó: —Sí, uno de los hijos de Jonatán sigue con vida. Está lisiado de ambos pies.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El rey le preguntó: '¿Queda todavía algún sobreviviente de la familia de Saúl para que lo trate con bondad digna de Dios?' Siba respondió al rey: 'Todavía queda un hijo de Jonatán que está tullido de ambas piernas'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el rey preguntó: ¿No queda ni un hombre de la casa de Saúl para que haga con él misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún queda un hijo de Jonatán, tullido de ambos pies.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo entonces el rey: '¿No existe en la familia de Saúl alguno a quien pueda yo mostrar una benevolencia divina?'. Replicó Sibá al rey: 'Aún vive un hijo de Jonatán, tullido de ambos pies'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el rey dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.

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Otras versiones



2 Samuel 9:3
11 Referencias Cruzadas  

Mefi-boset respondió: “Su Majestad, mi siervo Ziba me engañó. Le dije: ‘Ensilla mi asno para que pueda montarlo y partir con el rey’, porque sabes que soy cojo.


Siba me ha representado mal a mí, tu siervo, ante Su Majestad. Sin embargo, Su Majestad es como un ángel de Dios, así que haga lo que crea mejor.


Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo que era cojo de ambos pies. Cuando el niño tenía cinco años, llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. Su nodriza lo había recogido y había salido corriendo con él para huir. Pero mientras corría, el niño se cayó y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.


Pero Mefi-boset vivía en Jerusalén, porque siempre comía en la mesa del rey, y era cojo de ambos pies.


“No temas – le dijo David – porque de verdad seré bondadoso contigo por amor a tu padre Jonatán. Te devolveré toda la tierra que poseía tu abuelo Saúl, y siempre comerás en mi mesa”.


Sean compasivos, como su Padre lo es.


Pero el Señor sintió gran simpatía por sus antepasados y los amó. También los ha elegido a ustedes, su descendencia, por encima de cualquier otro pueblo, incluso hasta hoy.


Porque amó a sus antepasados, los eligió a ustedes, su descendencia. Él mismo los sacó de Egipto con su gran poder,