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2 Samuel 7:16 - Versión Biblia Libre

Tu casa y tu reino serán eternos; tu dinastía estará segura para siempre”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí, y tu trono estará seguro para siempre”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tu casa y tu realeza estarán para siempre ante mí, tu trono será firme para siempre'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante ti, y tu trono será estable eternamente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono quedará consolidado para siempre'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro; y tu trono será estable eternamente.

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Otras versiones



2 Samuel 7:16
29 Referencias Cruzadas  

Judá siempre sostendrá el cetro, y el bastón de la autoridad estará siempre a sus pies hasta que venga Siloé; las naciones le obedecerán.


Has salvado al rey tantas veces, mostrando tu amor fiel a David, tu ungido, y a sus descendientes por siempre.


Él será quien me construya una casa, y me aseguraré de que su reino dure para siempre.


Así que esto fue lo que Natán le explicó a David, y fue todo lo que se le dijo en esta revelación divina.


Silo haces, el Señor cumplirá la promesa que me hizo cuando dijo: ‘Si tus descendientes viven bien delante mí, con fidelidad y con total compromiso, siempre tendrás a uno de ellos en el trono de Israel’.


entonces aseguraré tu trono para siempre. Yo hice este pacto con tu padre David, diciéndole: ‘Siempre tendrás un descendiente que gobierne sobre Israel’.


Yo defenderé esta ciudad y la salvaré, por mí y por mi siervo David”.


Pero por amor a David, su siervo, el Señor no quiso destruir a Judá, ya que le había prometido que siempre habría un gobernante de su descendencia, como una lámpara para siempre.


“Así que ahora, Señor Dios de Israel, te ruego que cumplas la promesa que hiciste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: ‘Si tus descendientes se empeñan en seguir mi camino y en cumplir mi ley como tú lo has hecho, nunca faltará uno de ellos para sentarse en el trono de Israel’.


Siempre presta atención a los que hacen el bien, y los coloca en tronos con los reyes, honrándolos eternamente.


Tu trono viene de Dios, y permanecerá para siempre. El cetro con el que gobiernas es un cero de justicia.


Que ellos lo respeten tanto como brille el sol y la luna en los cielos, por todas las generaciones.


Me aseguraré que tu linaje perdure por siempre; mantendré tu trono seguro a través de todas las generaciones”. Selah.


Porque nos nacerá un niño, se nos dará un hijo. Él llevará la responsabilidad de gobernar. Se llamará Consejero maravilloso, Dios poderoso, Padre eterno, Príncipe de la paz.


Su gobierno y la paz que trae no conocen límites y nunca llegarán a su fin. Se sentará en el trono de David y gobernará su reino, haciéndolo seguro. Actuará con principios de justicia y bondad, desde el momento en que comience su gobierno y por toda la eternidad. El Señor Todopoderoso está decidido a que esto ocurra.


Entonces reyes y príncipes entrarán por las puertas de esta ciudad. Se sentarán en el trono de David. Montarán en carros y en caballos con sus funcionarios, acompañados por el pueblo de Judá y los que viven en Jerusalén, y esta ciudad estará habitada para siempre.


Esto es lo que dice el Señor: David tendrá siempre un descendiente que será rey de Israel,


“Vivirán en el país que le di a mi siervo Jacob, donde vivieron sus antepasados. Vivirán allí con sus hijos y nietos para siempre, y mi siervo David será su príncipe para siempre.


“Durante el tiempo de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino eterno que nunca será destruido ni tomado por otros. Aplastará todos estos reinos, poniéndoles fin, y durará para siempre,


Se le dio autoridad, gloria y el poder de gobernar sobre todos los pueblos, las diferentes naciones y lenguas, para que todos lo adoraran. Su gobierno es eterno, nunca cesará, y su reino nunca será destruido.


También te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y los poderes de la muerte no la destruirán.


La multitud respondió: “la Ley nos dice que el Mesías vivirá para siempre, ¿cómo puedes decir tú que el Hijo del hombre debe ser ‘levantado’? ¿Quién es este ‘Hijo del hombre’?”


pero respecto al Hijo, dice: “Tu trono, oh Dios, perdura por siempre y para siempre, y la justicia es el cetro de tu reino.


Entonces el segundo ángel hizo sonar su trompeta, y desde el cielo se oyeron voces gritando, y decían “El reino del mundo se han convertido en el reino de nuestro Señor, y de Cristo, y él reinará por siempre y para siempre”.


Por favor, perdona cualquier ofensa que yo, tu sierva, haya cometido, porque el Señor está seguro de establecer una dinastía para ti que durará mucho tiempo, porque tú, señor, peleas las batallas del Señor. La maldad no debe encontrarse en ti mientras vivas.