David llamó a uno de sus hombres y le dijo: “¡Adelante, mátalo!”. Así que el hombre cortó al amalecita y lo mató.
2 Samuel 4:12 - Versión Biblia Libre Entonces David dio la orden a sus hombres, y mataron a Recab y a Baná. Les cortaron las manos y los pies, y colgaron sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Isboset y la enterraron en la tumba de Abner en Hebrón. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces David ordenó a sus servidores, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies, y los colgaron sobre el estanque en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David ordenó a sus hombres que los mataran, y así lo hicieron. Les cortaron las manos y los pies, y colgaron sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset y la enterraron en la tumba de Abner en Hebrón. Biblia Católica (Latinoamericana) David dio órdenes a unos jóvenes que estaban presentes, quienes les dieron muerte. En seguida les cortaron las manos y los pies y los colgaron encima de la pileta de Hebrón. Tomaron también la cabeza de Isbaal y la depositaron en la tumba de Abner en Hebrón. La Biblia Textual 3a Edicion Y David ordenó a los jóvenes, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies y los colgaron sobre el estanque en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset° y la enterraron en el sepulcro de Abner,° en Hebrón.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ordenó pues David a sus servidores que los mataran. Después les cortaron las manos y los pies y los colgaron junto al estanque de Hebrón. Tomaron luego la cabeza de Isbaal y la sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces David dio orden a sus jóvenes, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies, y los colgaron sobre el estanque, en Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Isboset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón. |
David llamó a uno de sus hombres y le dijo: “¡Adelante, mátalo!”. Así que el hombre cortó al amalecita y lo mató.
“El Señor te ha pagado por toda la familia de Saúl que mataste y por robarle el trono. El Señor le ha dado el reino a tu hijo Absalón. Mira cómo has acabado en el desastre por ser un asesino”.
Sin embargo, Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, había tomado a Isboset, hijo de Saúl, a Mahanaim.
Los entregó a los gabaonitas, y ellos los colgaron en la colina en presencia del Señor. Los siete murieron al mismo tiempo, ejecutados al comienzo de la cosecha de cebada.
Enterraron a Abner en Hebrón, y el rey lloró a gritos ante la tumba, junto con todo el pueblo.
Pero tú, Dios, derribarás a los asesinos y a los mentirosos, arrojándolos al pozo de la destrucción antes de que hayan vivido la mitad de sus vidas. Y yo, confiaré en ti.
Porque cualquiera que sea el criterio que usen para juzgar a otros, será usado para juzgarlos a ustedes, y cualquiera que sea la medida que ustedes usen para medir a otros, será usada para medirlos a ustedes.