Cuando el rey David llegó a la ciudad de Bahurim, un hombre de la familia de Saúl estaba saliendo. Se llamaba Simei, hijo de Gera, y gritaba maldiciones al llegar.
2 Samuel 3:16 - Versión Biblia Libre Su marido la siguió hasta la ciudad de Bahurim, llorando mientras iba. Entonces Abner le ordenó: “¡Vuelve a casa!”. Así que se fue a su casa. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y su marido fue con ella, siguiéndola y llorando hasta Bahurim. Y le dijo Abner: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió. Biblia Nueva Traducción Viviente Palti la siguió hasta Bahurim, llorando todo el camino, por eso Abner le dijo: «¡Regresa a tu casa!». Así que Palti volvió a casa. Biblia Católica (Latinoamericana) Su marido salió detrás de ella y la acompañó llorando hasta Bajurim. Allí le dijo Abner: 'Vuélvete a tu casa'. Y se volvió. La Biblia Textual 3a Edicion Pero su marido salió con ella, caminado y llorando detrás de ella hasta Bahurim, donde Abner le dijo: ¡Anda, vuélvete! Y él se regresó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su marido la seguía y caminaba tras ella entre sollozos hasta Bajurín. Abner le dijo: 'Anda, vuélvete'. Y él se volvió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y su marido fue con ella, siguiéndola y llorando tras ella hasta Bahurim. Y le dijo Abner: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió. |
Cuando el rey David llegó a la ciudad de Bahurim, un hombre de la familia de Saúl estaba saliendo. Se llamaba Simei, hijo de Gera, y gritaba maldiciones al llegar.
Pero un muchacho los vio y se lo dijo a Absalón. Así que los dos salieron inmediatamente y fueron a la casa de un hombre en la ciudad de Bahurim. Él tenía un pozo en su patio, y ellos se metieron en él.
Simeí, hijo de Gera, el benjamita de Bahurim, se apresuró a bajar con los hombres de Judá a recibir al rey David.
Con él iban mil hombres de la tribu de Benjamín, incluyendo a Siba, siervo de la familia de Saúl, así como los quince hijos de Siba y veinte siervos. Se apresuraron a bajar al Jordán para recibir al rey.
“No olvides a Simí, hijo de Gera, el benjamita de Bahurim que me maldijo con palabras dolorosas cuando fui a Majanayin. Cuando me encontró en el Jordán, le juré por el Señor: ‘No te mataré a espada’.
Ismael salió a su encuentro desde Mizpa, llorando a su paso. Cuando Ismael se encontró con los hombres, les dijo: “¡Vengan a ver lo que le pasó a Gedalías hijo de Ahicam!”.