Pero Judá respondió: “El hombre fue firme cuando nos advirtió: ‘No los veré a menos que su hermano venga con ustedes’.
2 Samuel 3:13 - Versión Biblia Libre “Bien”, respondió David, “haré un acuerdo contigo. Pero tengo una condición: No te veré a menos que traigas a la hija de Saúl, Mical, cuando vengas”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y David dijo: Bien; haré pacto contigo, mas una cosa te pido: No me vengas a ver sin que primero traigas a Mical la hija de Saúl, cuando vengas a verme. Biblia Nueva Traducción Viviente «Muy bien —respondió David—, pero no negociaré contigo a menos que cuando vengas me traigas a mi esposa Mical, hija de Saúl». Biblia Católica (Latinoamericana) David le respondió: 'De acuerdo, haré un pacto contigo, pero con una condición: Cuando vengas, tráeme a Mical, la hija de Saúl; si no, nada sacarás con presentarte ante mí'. La Biblia Textual 3a Edicion Y él respondió: Bien, yo concertaré pacto contigo, pero una cosa requeriré de ti: No verás mi rostro sin que primero traigas a Mical hija de Saúl cuando vengas a verme. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió David: 'Está bien; haré un trato contigo. Solamente te pido una cosa: no has de venir a verme si no traes a Mical, hija de Saúl, cuando te presentes ante mí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David dijo: Bien; yo haré alianza contigo; pero una cosa requiero de ti, y es: Que no mirarás mi rostro, a menos que primero traigas a Mical, la hija de Saúl, cuando vinieres a verme. |
Pero Judá respondió: “El hombre fue firme cuando nos advirtió: ‘No los veré a menos que su hermano venga con ustedes’.
Pero tú nos dijiste: ‘Si su hermano menor no viene con ustedes, no me volverán a ver’.
Pero nosotros le dijimos: ‘No podemos volver a menos que Benjamín, nuestro hermano menor, vaya con nosotros, porque no podremos ver a este hombre si Benjamín no va con nosotros’.
Entonces Abner envió mensajeros para que hablaran en su nombre con David, diciéndole: “Después de todo ¿a quién pertenece el país? Haz un acuerdo conmigo, y puedes estar seguro de que estaré de tu lado para que todo Israel te siga”.
Pero cuando el Arca del Pacto del Señor entró en la Ciudad de David, la hija de Saúl, Mical, miró desde una ventana. Al ver al rey David saltando y bailando de alegría, se llenó de desprecio por él.