En cuanto empezaron a cantar y a alabar, el Señor tendió una emboscada a los hombres de Amón, Moab y el monte Seír que venían a atacar a Judá, y fueron derrotados.
2 Samuel 22:4 - Versión Biblia Libre Pido ayuda al Señor, merecedor de alabanza, y me salva de los que me odian. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos. Biblia Nueva Traducción Viviente Clamé al Señor, quien es digno de alabanza, y me salvó de mis enemigos. Biblia Católica (Latinoamericana) Le oro a Yavé que es digno de confianza
y me veo libre de mis enemigos. La Biblia Textual 3a Edicion Invocaré a YHVH, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo clamo al Señor, el adorable, y de mis enemigos seré salvo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado; y seré salvo de mis enemigos. |
En cuanto empezaron a cantar y a alabar, el Señor tendió una emboscada a los hombres de Amón, Moab y el monte Seír que venían a atacar a Judá, y fueron derrotados.
Entonces los levitas anunciaron: “Pónganse de pie y alaben al Señor, su Dios, que vive eternamente: ‘Que sean bendecidos quienes son y su gloria, y que sean elevados por encima de toda bendición y alabanza’”. (Los nombres de los levitas eran Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabneías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías).
¿Quién puede dar cuenta de todas las maravillas que el Señor ha hecho? ¿Quién puede darle toda la alabanza que merece?
Clamo pidiendo la ayuda del Señor, quien merece toda alabanza, y me salvó de los que me odiaban.
Este pobre hombre lloró, y el Señor me oyó, y me salvó de todos mis problemas.
¡El Señor es supremo! Merece la alabanza en la ciudad santa de nuestro Dios.
Entonces todos aquellos que me odian huirán cuando clame a ti pidiendo ayuda. Porque esto sé: ¡Dios siempre está para mí!
¡Porque el Señor es grande, y merece la mejor alabanza! Merece el respeto y el temor sobre todos los dioses.
“Nuestro Señor y Dios, tú eres digno de gloria, honra y autoridad, pues tú lo creaste todo. Por tu voluntad la creación llegó a existir”.
diciendo juntos, a gran voz: “El Cordero que fue inmolado es digno de recibir autoridad, riqueza, sabiduría, fuerza, honra, gloria y bendición”.