Abner le dijo: “¡Déjame en paz! Ve a pelear con otro y toma sus armas para ti”. Pero Asahel se negó a dejar de perseguirlo.
2 Samuel 2:22 - Versión Biblia Libre Abner volvió a advertir a Asahel. “¡Deja de perseguirme!”, le gritó. “¿Por qué quieres que te mate? ¿Cómo podría enfrentarme a tu hermano Joab?” Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Abner volvió a decir a Asael: Apártate de en pos de mí; ¿por qué he de herirte hasta derribarte? ¿Cómo levantaría yo entonces mi rostro delante de Joab tu hermano? Biblia Nueva Traducción Viviente Abner le volvió a gritar: —¡Vete de aquí! No quiero matarte. ¿Cómo podría dar la cara a tu hermano Joab? Biblia Católica (Latinoamericana) Abner le repitió a Azael: 'Apártate de mí, si no te dejaré tirado en el suelo; pero, ¿cómo podría después hablar a tu hermano?' La Biblia Textual 3a Edicion Y Abner volvió a decir a Asael: ¡Deja de perseguirme! ¿Por qué he de herirte derribándote a tierra? ¿Cómo alzaré mi rostro ante Joab tu hermano? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Volvió a decir Abner a Asael: 'Apártate de mí. ¿Por qué me obligas a derribarte en tierra? ¿Cómo podría yo presentarme luego ante tu hermano Joab?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Abner volvió a decir a Asael: Apártate de en pos de mí, porque te heriré derribándote en tierra, y después ¿cómo levantaré mi rostro a tu hermano Joab? |
Abner le dijo: “¡Déjame en paz! Ve a pelear con otro y toma sus armas para ti”. Pero Asahel se negó a dejar de perseguirlo.
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte a la puerta de la ciudad, como si fuera a hablar con él en privado. Pero Joab lo apuñaló en el vientre, matándolo en venganza por haber matado a Asael, el hermano de Joab.
Cualquiera que siga rechazando obstinadamente muchas advertencias, sufrirá destrucción repentina, sin ningún remedio.
Todo lo que existe ya ha sido descrito. Todo el mundo sabe cómo es la gente, y que no se puede ganar una discusión con un superior.
“¿Por qué me has engañado así, ayudando a mi enemigo a escaparse para que pueda huir?” preguntó Saúl a Mical. “Me dijo: ‘¡Apártate de mi camino! No quiero tener que matarte’”, respondió Mical.