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2 Samuel 11:6 - Versión Biblia Libre

Entonces David envió un mensaje a Joab, diciéndole: “Envíame a Urías el hitita”. Y Joab lo envió a David.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y Joab envió a Urías a David.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces David envió un mensaje a Joab: «Mándame a Urías el hitita». Así que Joab se lo envió.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces David envió este mensaje a Joab: 'Mándame a Urías el hitita'. Y Joab mandó a Urías donde David.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces David encargó a Joab: ¡Tráeme a Urías heteo! Así que Joab envió a Urías a David.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces David mandó este mensaje a Joab: 'Envíame a Urías, el hitita'. Joab envió Urías a David.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y lo envió Joab a David.

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Otras versiones



2 Samuel 11:6
12 Referencias Cruzadas  

Si hicieras lo correcto, te verías contento. Pero si no haces lo correcto, el pecado será como animales agazapados en la puerta de tu casa, listos para atacarte. El pecado desea apoderarse de ti, pero tú debes mantener el control”.


Betsabé quedó embarazada y le envió un mensaje a David para decirle: “Estoy embarazada”.


Cuando Urías fue a verlo, David le preguntó cómo estaba Joab, cómo estaba el ejército y cómo iba la guerra.


y Urías el hitita, para un total de treinta y siete.


Los que ocultan sus pecados no prosperarán; pero los que confiesan y se apartan de sus pecados, serán tratados con bondad.


El Señor dice: “Este pueblo viene a alabarme con sus palabras, y me honran con sus labios, pero sus pensamientos están muy lejos. Su culto a mí sólo consiste en que siguen reglas que la gente les ha enseñado.


Pero él lo negó delante de todos. “No sé de qué hablas”, dijo él.


Una vez más, Pedro lo negó, diciendo con juramento: “Yo no lo conozco”.


Entonces comenzó a jurar: “¡Que me caiga una maldición si estoy mintiendo! ¡No conozco al hombre!” E inmediatamente el gallo cantó.


“Sí, he pecado”, respondió Saúl. “Por favor, hónrame ahora ante los ancianos de mi pueblo y ante Israel; vuelve conmigo, para que pueda adorar al Señor, tu Dios”.