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1 Samuel 26:7 - Versión Biblia Libre

Así que David y Abisai fueron al campamento del ejército por la noche. Saúl estaba durmiendo en el campamento con su lanza clavada en el suelo junto a su cabeza, y Abner y sus hombres dormían a su alrededor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

David, pues, y Abisai fueron de noche al ejército; y he aquí que Saúl estaba tendido durmiendo en el campamento, y su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner y el ejército estaban tendidos alrededor de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces David y Abisai fueron directo al campamento de Saúl y lo encontraron dormido, con su lanza clavada en tierra junto a su cabeza. Abner y los soldados estaban dormidos alrededor de él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

David y Abisaí llegaron pues de noche hasta el campamento. Saúl dormía en el centro del campamento y su lanza estaba clavada de pie a su lado, y todos sus hombres dormían a su derredor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así pues, David y Abisai se acercaron de noche a la gente, y he aquí Saúl dormía en medio del campamento, con su lanza clavada en tierra a su cabecera, y Abner y el pueblo estaban acostados alrededor de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llegáronse David y Abisay, de noche, hasta la tropa y vieron que Saúl estaba acostado y durmiendo en el centro del campamento, con su lanza clavada en el suelo a su cabecera, y que Abner y la tropa estaban acostados alrededor de él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

David, pues, y Abisai vinieron de noche al pueblo; y he aquí Saúl que estaba tendido durmiendo en la trinchera, y su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner y el pueblo estaban tendidos alrededor de él.

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Otras versiones



1 Samuel 26:7
5 Referencias Cruzadas  

“Diles que hagan esto también: ‘Tomen algunos carros de Egipto para sus hijos y sus esposas. Tráiganlos a ellos y a su padre aquí.


David se levantó de madrugada y dejó el rebaño con un pastor. Tomó las provisiones y se puso en marcha como se lo había dicho Isaí. Llegó al campamento justo cuando el ejército marchaba hacia su línea de batalla, gritando el grito de guerra.


David les preguntó a Ahimelec el hitita y a Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab: “¿Quién quiere acompañarme al campamento a ver a Saúl?” “Iré contigo”, respondió Abisai.


Abisai le dijo a David: “Dios te ha entregado hoy a tu enemigo. Así que, por favor, déjame clavarle la lanza en el suelo de una sola vez. No necesitaré hacerlo dos veces”.