Jehú se levantó y entró, donde el joven profeta le echó el aceite de oliva en la cabeza y le anunció: “Esto es lo que dice el Señor, el Dios de Israel: ‘Te unjo como rey del pueblo del Señor, Israel.
1 Samuel 2:7 - Versión Biblia Libre El Señor empobrece a unos, pero enriquece a otros; abate a unos, pero levanta a otros. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor hace a algunos pobres y a otros ricos; a unos derriba y a otros levanta. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé empobrece y enriquece,
El humilla, pero luego levanta. La Biblia Textual 3a Edicion YHVH hace empobrecer y hace enriquecer, Él abate y Él exalta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh empobrece y enriquece, abate y ensalza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jehová empobrece, y Él enriquece: Abate, y enaltece. |
Jehú se levantó y entró, donde el joven profeta le echó el aceite de oliva en la cabeza y le anunció: “Esto es lo que dice el Señor, el Dios de Israel: ‘Te unjo como rey del pueblo del Señor, Israel.
Las riquezas y el honor provienen de ti y tú reinas de forma suprema. Tú posees el poder y la fuerza, y tienes la capacidad de engrandecer a las personas y de dar fuerza a todos.
Ezequías era muy rico y gozaba de mucha honra, y construyó almacenes de tesorería para guardar plata, oro, piedras preciosas, especias, escudos y toda clase de cosas valiosas.
Construyó muchas ciudades, y poseía grandes rebaños de ganado y de ovejas, porque Dios lo había hecho muy rico.
“Estaba desnudo cuando salí del vientre de mi madre, y estaré desnudo cuando me vaya”, dijo. “El Señor dio, y el Señor ha quitado. Que el nombre del Señor sea honrado”.
Derriba a los soberbios con tu mirada; pisotea a los malvados allí donde están.
Por tu hostilidad y tu enojo, me recogiste y me volviste arrojar bien lejos.
Porque el Señor tiene una copa en su mano, llena de vino espumoso mezclado con especias. Él vierte el vino, y todos los malvados lo beberán, hasta la última gota.
El Señor ha reservado un día en el que se ocupará de los orgullosos y arrogantes. Acabará con toda la altivez, y los derribará.
Vean cómo los haré insignificantes en comparación con otras naciones; todos los mirarán con desprecio.
Todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Puedo derribar al alto y hacer que el árbol bajo crezca en altura. Puedo hacer que el árbol verde se seque, y hacer que el árbol marchito vuelva a ser verde. Yo, el Señor, he hablado y lo haré”.