La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Samuel 12:4 - Versión Biblia Libre

“No, nunca nos has engañado ni nos has oprimido”, respondieron, “y nunca has tomado nada de nadie”.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

—No —le contestaron ellos—, nunca nos has engañado ni oprimido y nunca has aceptado soborno alguno.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos respondieron: 'Tú nunca nos has maltratado, nunca le has robado a nadie ni has aceptado regalo de la mano de nadie'.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Le respondieron: No nos has extorsionado ni oprimido, ni has tomado nada de mano de hombre.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ellos respondieron: 'No nos has oprimido, ni nos has perjudicado, ni has tomado nada de nadie'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado, ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Samuel 12:4
6 Referencias Cruzadas  

Como resultado, los otros ministros principales y gobernadores provinciales trataron de encontrar un pretexto contra Daniel en cuanto a la forma en que dirigía el reino. Pero no pudieron encontrar ningún motivo de queja ni de corrupción, pues él era digno de confianza. No pudieron descubrir ninguna prueba de que Daniel fuera negligente o corrupto.


Ellos, por su fe en Dios conquistaron reinos, hicieron lo recto, recibieron las promesas de Dios, cerraron la boca de leones,


Todos hablan bien de Demetrio, ¡y la verdad también habla bien de él! Nosotros también hablamos bien de él, y ustedes saben que decimos la verdad.


Aquí estoy ante ustedes. Traigan cualquier acusación que tengan contra mí en presencia del Señor y de su ungido. ¿Me he apropiadodel buey o del burro de alguien? ¿He perjudicado a alguien? ¿He oprimido a alguien? ¿He aceptado un soborno de alguien para hacerme el de la vista gorda? Díganmelo y les pagaré por ello”.


Samuel les dijo: “El Señor es testigo, y su ungido es testigo hoy, en este caso que les concierne, de que no soy culpable de nada”. “El Señor es testigo”, respondieron.