La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Juan 3:21 - Versión Biblia Libre

Así que, queridos amigos, si tenemos la tranquilidad de que no estamos en el error, podemos tener confianza ante Dios.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Queridos amigos, si no nos sentimos culpables, podemos acercarnos a Dios con plena confianza.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Amadísimos, si nuestra conciencia no nos condena, tenemos plena confianza en Dios.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Amados, si el corazón no nos condena, confianza tenemos para con Dios,

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Queridos míos, si la conciencia no reprende, tenemos plena confianza en Dios.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos para con Dios;

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Juan 3:21
17 Referencias Cruzadas  

“Entonces te deleitarás en el Todopoderoso y podrás darle la cara sin sentirte avergonzado.


Estoy convencido de que tengo razón y nunca dejaré de creerlo; mi conciencia no me condenará mientras viva.


Me aseguraré de que mi vida sea irreprochable. ¿Cuándo vendrás a ayudarme? Mi vida será íntegra, incluso en privado.


Lo que tú crees, de manera personal, es algo entre tú y Dios. ¡Cuán felices son los que no se condenan a sí mismos por hacer lo que creen que es correcto!


No sé de nada que haya hecho mal, pero eso no me hace justo. Es el Señor quien me juzga.


Nos enorgullecemos en el hecho—y nuestra conciencia lo confirma—de que hemos actuado de manera apropiada con las personas, especialmente con ustedes. Hemos seguido los principios de Dios de santidad y sinceridad, no conforme a la sabiduría mundanal, sino por la gracia de Dios.


Por él y nuestra fe en él podemos acercarnos a Dios con total confianza y libertad.


Lo que realmente quiero es que los hombres en todas partes oren a Dios con sinceridad. ¡Sin enojos ni discusiones!


acerquémonos a Dios, con mentes sinceras y plena confianza. Nuestras mentes han sido rociadas para purificarlas de nuestros malos pensamientos, y nuestros cuerpos han sido lavados y limpiados con agua pura.


Así que deberíamos acercarnos confiados a Dios, en su trono de gracia, para recibir misericordia, y descubrir la gracia que nos ayuda cuando realmente la necesitamos.


Ahora, mis queridos amigos, sigan viviendo en Cristo, para que cuando aparezca, podamos estar seguros y no tengamos vergüenza delante él en su venida.


Amigos, no les escribo para darles un nuevo mandamiento, sino un mandamiento antiguo que ya teníamos desde el principio. Este mandamiento antiguo ya lo han escuchado.


Amigos míos, ya somos hijos de Dios, pero lo que llegaremos a ser no se ha revelado todavía. Pero sabemos que cuando él aparezca seremos como él, porque lo veremos como él es realmente.


cuando pensemos que estamos en error. Dios es más grande de lo que creemos, y lo sabe todo.


Es así como el amor se completa en nosotros, para que podamos estar seguros en el día del juicio: por el hecho de que vivimos como él en este mundo.


Podemos estar seguros de que él nos escuchará siempre y cuando pidamos conforme a su voluntad.