Miren, yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos; sean inteligentes, también prudentes como las serpientes y sencillos e inofensivos como las palomas.
Juan 8:6 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Esto le decían para ponerle una trampa, con el propósito de saber su opinión y acusarlo, pero Jesús se inclinó y con el dedo se puso a escribir en la tierra. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Biblia Nueva Traducción Viviente Intentaban tenderle una trampa para que dijera algo que pudieran usar en su contra, pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el polvo. Biblia Católica (Latinoamericana) Le hacían esta pregunta para ponerlo en dificultades y tener algo de qué acusarlo.
Pero Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Decían esto para tenderle un lazo, con el fin de tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía en el suelo con el dedo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo, como si no les oyera. |
Miren, yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos; sean inteligentes, también prudentes como las serpientes y sencillos e inofensivos como las palomas.
Pero Jesús no le respondió. En ese momento, los discípulos se le acercaron y le rogaban: – Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros y no la soportamos.
Se acercaron los fariseos y saduceos para ponerle una trampa y le pidieron a Jesús que mostrara una señal del cielo.
Unos fariseos se acercaron a Él, y le hicieron una pregunta polémica para ponerle una trampa: – ¿Es permitido el divorcio por cualquier motivo?
Conociendo Jesús la intención de ellos, dijo: – ¡Hipócritas! ¿Por qué me tienden trampas?
y uno de los fariseos, experto en la ley, para tenderle una trampa a Jesús, le preguntó:
Pero Jesús permanecía callado. Así que el sumo sacerdote insistió: – Te tomo juramento en el nombre del Dios viviente, que nos digas si eres tú el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios.
Acercándose unos fariseos, con la intención de ponerlo a prueba, le preguntaron si está permitido que un hombre se divorcie de su esposa.
Pero Él, sabiendo la hipocresía de ellos, dijo: – ¿Por qué me ponen una trampa? Tráiganme una moneda de las que usan para pagar el impuesto, para que yo la vea.
A Jesús lo vigilaban atentamente para ver si sanaba a alguien en sábado, y poder acusarlo.
Los fariseos aparecieron y empezaron a discutir con Jesús; y para ponerlo a prueba, pedían una señal del cielo de parte del Maestro.
De pronto, un experto en la ley se levantó para poner a prueba a Jesús, y dijo: – Maestro, ¿qué debo hacer para tener la vida eterna?
Al amanecer se fue de nuevo al templo y todo el pueblo venía donde Él. Jesús sentándose empezó a enseñar.
Tampoco pongamos a prueba al Señor, como hicieron algunos de ellos, quienes murieron víctimas de las serpientes.