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Juan 15:1 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Jesús continuó diciendo a sus discípulos: – Yo soy la vid verdadera, y mi Padre el agricultor;

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Biblia Reina Valera 1960

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

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Otras versiones



Juan 15:1
28 Referencias Cruzadas  

Pero Jesús respondió: – Todo árbol que no fue plantado por mi Padre Celestial, será arrancado de raíz.


Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana muy temprano a contratar trabajadores para su viña.


Oigan otra comparación: – Hubo un hombre dueño de una hacienda, que plantó una viña y puso una cerca alrededor, también hizo un lugar para hacer el vino y edificó una torre de vigilancia, y arrendó la viña a unos labradores y se fue de viaje.


Jesús habló usando una comparación: Un hombre plantó una viña, puso una cerca, preparó un lugar para hacer vino con las uvas que cosecharía y construyó una torre de vigilancia, luego arrendó la viña a unos labradores y se fue de viaje.


Jesús les propuso una comparación: un hombre plantó una higuera en su viña, pero cuando buscó fruto en ella, no encontró nada.


A través de Moisés fue dada la ley, pero a través de Jesucristo fue dada la gracia y la verdad.


Cristo es la verdadera luz que ilumina a la humanidad y está viniendo al mundo.


toda rama que en mí no produce fruto, mi Padre la quitará, y toda aquella que produce frutos, mi Padre la limpiará, como un buen agricultor, para que produzca aún más.


Dijo Jesús: – En verdad, en verdad les digo, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, sino mi Padre es quien les da a ustedes el verdadero pan del cielo.


Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.


Es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas; ahora participas del árbol que es nutrido de la raíz por medio de la savia y llegas a ser un buen olivo.


En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son como la tierra que Dios cultiva, son el edificio de Dios.


Además, les escribo para recordarles que renueven este mandamiento que es verdadero en Dios y en ustedes por Jesucristo, a través del cual la oscuridad está desapareciendo y Él, que es la auténtica luz, está brillando.