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Apocalipsis 19:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Pues sus juicios son verdaderos y justos: ha condenado a la gran prostituta que con su inmoralidad corrompía la tierra; e hizo justicia de la sangre de sus siervos derramada por ella”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sus juicios son verdaderos y justos. Él ha castigado a la gran prostituta que corrompió a la tierra con su inmoralidad. Él ha vengado la muerte de sus siervos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Sus juicios son verdaderos y justos: ha condenado a la gran prostituta que corrompía la tierra con su inmoralidad y le ha hecho pagar la sangre de sus servidores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

porque sus juicios son verdaderos y justos; porque juzgó a la gran ramera, la cual corrompía la tierra con su fornicación, y en la mano de ella ha vengado la sangre de sus siervos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

porque sus designios son verdaderos y equitativos; pues ha juzgado a la gran prostituta, la que corrompía la tierra con su fornicación; y ha tomado venganza de la sangre de sus siervos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque sus juicios son justos y verdaderos; porque Él ha juzgado a la gran ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.

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Otras versiones



Apocalipsis 19:2
16 Referencias Cruzadas  

Cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y la canción del Cordero: “Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.


“¡Oh, cielo, alégrate! ¡Alégrese el pueblo santo de Dios, los apóstoles y los profetas; porque Dios juzgó a la ciudad y ha hecho justicia por todo lo que les hizo!”.


Pues ella hizo que todas las naciones bebieran del excitante vino de su inmoralidad sexual; los reyes de la tierra se prostituyeron con ella y los comerciantes se hicieron ricos con la extravagancia de sus lujos”.


Con gran voz clamaban: “¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y verdadero, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra sangre?”