Porque siguió al Señor en todo y obedeció cuidadosamente todos los mandamientos que él había dado por medio de Moisés.
1 Juan 5:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Amar a Dios es obedecer sus mandamientos; y esto no es difícil, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Biblia Nueva Traducción Viviente Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar. Biblia Católica (Latinoamericana) Amar a Dios es guardar sus mandatos, y sus mandatos no son pesados. La Biblia Textual 3a Edicion pues éste es el amor de Dios: que° guardemos sus mandamientos,° y sus mandamientos no son gravosos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues en esto consiste el amor de Dios: en guardar sus mandamientos. Sus mandamientos no son pesados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. |
Porque siguió al Señor en todo y obedeció cuidadosamente todos los mandamientos que él había dado por medio de Moisés.
He puesto a prueba tus promesas por completo y es por eso que las amo tanto.
Pero derramo mi amor sobre millares de generaciones de los que me aman y obedecen mis mandamientos.
Oré al Señor mi Dios y le hice esta confesión: »“Oh Señor, tú eres un Dios grande y maravilloso; tú siempre cumples tus promesas de misericordia hacia aquellos que te aman y viven según tus instrucciones.
¡Pueblo de Dios! Ya el Señor les ha dicho qué es lo que él espera que ustedes hagan. Ya él les ha enseñado lo que es bueno y espera que ustedes hagan. Lo que el Señor les pide es que practiquen la justicia, que sean misericordiosos y que vivan siguiendo fielmente sus instrucciones.
Si obedecen mis mandamientos, no se apartarán de mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y su amor no se aparta de mí.
»Entiende, pues, que el Señor tu Dios es el único Dios fiel, que por mil generaciones es fiel a su alianza y muestra su lealtad a los que le aman y obedecen sus mandamientos.
Por eso, este es el pacto que haré con el pueblo de Israel después de aquellos días, —dice el Señor—: Escribiré mis leyes en su mente y en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Si amamos a Dios, debemos obedecerlo en todo. Desde el principio nos ordenó que siempre nos amáramos.