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Mateo 23:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues le cierran la puerta del reino del cielo en la cara a la gente. Ustedes no entrarán ni tampoco dejan que los demás entren.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, porque no entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que tratan de entrar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino del cielo delante de los hombres; porque ni entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.

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Otras versiones



Mateo 23:13
25 Referencias Cruzadas  

»¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Si alguien jura por el Templo, no significa nada; pero, si jura por el oro del Templo, queda obligado por su juramento”.


»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Sin embargo, han descuidado los asuntos más importantes de la Ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello.


»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Limpian el vaso y el plato por fuera. Sin embargo, por dentro están llenos de robo y les falta dominio propio.


»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas!, que son como tumbas blanqueadas. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre.


»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Construyen tumbas para los profetas y adornan los monumentos de los justos.


Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les dijo: «¡Nido de víboras! ¿Quién les dijo que huyeran del castigo que se acerca?


»¡Ay de ustedes, expertos en la Ley!, porque se han adueñado de la llave del conocimiento. Ustedes mismos no han entrado y, a los que intentan hacerlo, les han cerrado el paso».


Sus padres contestaron así por miedo a los judíos. Es que ya estos habían acordado que se expulsara de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo.


Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: ―¡Da gloria a Dios! A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.


Ellos respondieron: ―Tú, que naciste lleno de pecado, ¿vas a darnos lecciones? Y lo expulsaron.


Pero Elimas, cuyo nombre significa «hechicero», se les oponía y procuraba apartar de la fe al gobernador.


―Con firmeza les hemos prohibido enseñar en ese nombre. Sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas. Además, se han propuesto echarnos la culpa a nosotros de la muerte de ese hombre.


Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.


Y Saulo estaba allí, aprobando la muerte de Esteban. Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén. Todos, excepto los apóstoles, tuvieron que huir a las regiones de Judea y Samaria.


Del mismo modo que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, también esa gente se opone a la verdad. Son personas que solo piensan en hacer lo malo, gente que no sabe confiar en Dios.


Tú también cuídate de él, porque se opuso fuertemente a nuestro mensaje.