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Marcos 16:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ir a ungir el cuerpo de Jesús.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El sábado al atardecer, cuando terminó el día de descanso, María Magdalena, Salomé y María, la madre de Santiago, fueron a comprar especias para el entierro, a fin de ungir el cuerpo de Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pasado el sábado, Miriam de Magdala, Miriam, la de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir° a ungirlo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pasado ya el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron sustancias aromáticas para ir a ungirlo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando hubo pasado el sábado, María Magdalena, y María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para venir a ungirle.

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Otras versiones



Marcos 16:1
19 Referencias Cruzadas  

En Betania, mientras Jesús estaba sentado a la mesa en casa de Simón llamado el Leproso, llegó una mujer con un frasco muy fino. El frasco estaba lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Ella rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.


Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para mi entierro.


Algunas mujeres miraban desde lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé.


Era el día de preparación (es decir, la víspera del sábado). Así que, al atardecer,


María Magdalena y María la madre de José vieron dónde lo pusieron.


Muy de mañana el primer día de la semana, apenas salido el sol, se dirigieron a la tumba.


Temblorosas y asustadas, las mujeres salieron huyendo de la tumba. No dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.


Era el día de preparación para el sábado, que estaba a punto de comenzar.


Luego volvieron a casa y prepararon especias aromáticas y perfumes. Entonces descansaron el sábado, conforme al mandamiento.


El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron a la tumba. Llevaban los perfumes que habían preparado.


Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofas, y María Magdalena.


Era el día de la preparación para la Pascua. Los judíos no querían que los cuerpos permanecieran en la cruz en sábado, por ser este un sábado muy importante. Así que le pidieron a Pilato ordenar que les quebraran las piernas a los crucificados y bajaran sus cuerpos.