Al instante recobró la vista. Entonces, dando la gloria a Dios, comenzó a seguir a Jesús. Y todos los que lo vieron alababan a Dios.
Hechos 3:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) De un salto se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el Templo caminando por sí mismo, saltando y alabando a Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Se levantó de un salto, se puso de pie y comenzó a caminar! Luego entró en el templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Inmediatamente tomaron fuerza sus tobillos y sus pies, y de un salto se puso en Pie y empezó a caminar. Luego entró caminando con ellos en el recinto del Templo, saltando y alabando a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y saltando, se puso en pie y anduvo, y entró con ellos en el templo andando y saltando, y alabando a Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, dando un salto, se puso en pie y echó a andar. Entró con ellos al templo caminando, dando saltos y alabando a Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. |
Al instante recobró la vista. Entonces, dando la gloria a Dios, comenzó a seguir a Jesús. Y todos los que lo vieron alababan a Dios.
»Alégrense en aquel día y salten de gozo, pues miren que les espera un gran premio en el cielo. Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los profetas.
Después de esto, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: ―Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.
le ordenó con voz fuerte: ―¡Levántate y ponte en pie! El hombre dio un salto y empezó a caminar.
Entonces el hombre que tenía el espíritu maligno saltó sobre ellos violentamente y los maltrató. Los golpeó con tanta fuerza que tuvieron que huir de la casa desnudos y heridos.
Y, tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza.