La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Hechos 13:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»Dios prometió que de los descendientes de David le daría a Israel un Salvador, que es Jesús.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

De la descendencia de este, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

»Y es precisamente uno de los descendientes del rey David, Jesús, ¡el Salvador de Israel prometido por Dios!

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ahora bien, Dios ha cumplido su promesa: ha hecho surgir de la familia de David un salvador para Israel, ese es Jesús.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

De la simiente de éste, conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador para Israel,

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

De su descendencia Dios ha hecho salir para Israel, según la promesa, un salvador, Jesús,

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

De la simiente de este, conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel;

Ver Capítulo
Otras versiones



Hechos 13:23
41 Referencias Cruzadas  

Lista de antepasados de Jesucristo, que fue descendiente de David y de Abraham:


Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».


Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: ―¡Hosanna al Hijo de David! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Hosanna en las alturas!


―¿Qué piensan ustedes acerca del Cristo? ¿De quién es hijo? ―De David —le respondieron ellos.


Nos envió un poderoso Salvador, que viene de la familia del rey David, su siervo.


―Ya no creemos solo por lo que tú dijiste —le decían a la mujer—. Ahora lo hemos oído nosotros mismos. Y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo.


¿Acaso no dice la Escritura que el Cristo vendrá de los hijos de David, y de Belén, el pueblo de donde era David?».


»Nosotros les anunciamos a ustedes la buena noticia respecto a la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados.


Él era profeta y sabía que Dios le había prometido, bajo juramento, poner en el trono a uno de sus descendientes.


Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes. Lo envió para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades».


De hecho, en ningún otro hay salvación. No hay bajo el cielo otro nombre dado a las personas mediante el cual podamos ser salvos».


Habla de su Hijo que según la naturaleza humana era descendiente de David.


Cuando eso suceda, todo Israel será salvo, como dicen las Escrituras: «El Libertador vendrá de Sion y apartará de Jacob la maldad.


Esta carta es para ti, Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos. Les pido a Dios el Padre y a Cristo Jesús nuestro Salvador que te permitan gozar de su inmerecido amor y de su paz.


Los saluda Simón Pedro, servidor y apóstol de Jesucristo. Dirijo esta carta a los que han confiado en Cristo de manera tan preciosa como lo hemos hecho nosotros. Esa confianza nos la ha dado nuestro Dios y Salvador Jesucristo, quien ha demostrado ser justo.


Además, se les dará una gran bienvenida en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.


En efecto, los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo han escapado de la maldad del mundo. Pero, si vuelven a practicar la maldad y se dejan controlar por ella, terminarán en peores condiciones que al principio.


Más bien, sean cristianos maduros que cada día conocen mejor al Señor y Salvador Jesucristo, y que cada día disfrutan más de su amor inmerecido. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.


Recuerden el mensaje que los santos profetas anunciaron en el pasado. También recuerden el mandamiento que dio nuestro Señor y Salvador por medio de los apóstoles.


Nosotros hemos visto que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo, y por eso lo anunciamos.


Él es el único Dios, el cual nos salvó por medio de nuestro Señor Jesucristo. A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad, antes, ahora y para siempre. Amén.


»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para anunciar estas cosas a las iglesias. Yo soy el heredero del trono de David. Soy la brillante estrella de la mañana».