La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Hechos 1:19 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Todos en Jerusalén se enteraron de ello. Así que aquel terreno fue llamado Acéldama, que en su propio idioma quiere decir “Campo de Sangre”.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

La noticia de su muerte llegó a todos los habitantes de Jerusalén, y ellos le pusieron a ese lugar el nombre arameo Acéldama, que significa «Campo de Sangre»).

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Este hecho fue conocido por todos los habitantes de Jerusalén, que llamaron a aquel campo, en su lengua, Hakeldamá, que significa: Campo de Sangre-.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

y esto llegó a ser conocido de todos los que viven en Jerusalem, de modo que aquel campo se llama en su propia lengua Acéldama, es decir, Campo de Sangre.)°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

El suceso fue tan notorio para todos los habitantes de Jerusalén que a aquella finca se la llamó en su propia lengua Hacéldama, que quiere decir 'campo de sangre'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalén; de tal manera que aquel campo es llamado en su propia lengua, Acéldama, que significa, campo de sangre.

Ver Capítulo
Otras versiones



Hechos 1:19
6 Referencias Cruzadas  

Por eso se le ha llamado Campo de Sangre hasta el día de hoy.


Así que los soldados tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Esta es la versión de los sucesos que hasta el día de hoy ha circulado entre los judíos.


»Israelitas, escuchen esto: Jesús de Nazaret fue un hombre aprobado por Dios ante ustedes con milagros, señales y maravillas. Todo esto lo hizo Dios entre ustedes por medio de él, como bien lo saben.


Con el permiso del comandante, Pablo se puso de pie en las gradas e hizo una señal con la mano a la gente. Cuando todos guardaron silencio, les dijo en hebreo: